José Guerra/Sahuayo.
Debido a que un asesor se quedó con los documentos de la organización de invidentes de la Ciénega, este grupo no ha podido acceder a programas gubernamentales, de hecho, el proyecto ya aprobado de una fábrica de escobas permanece varado.
De acuerdo a José Luis Chávez Flores, presidente de la organización Invidentes de la Ciénega AC, el problema se generó en el marco del proceso electoral de junio del 2015 cuando la persona que les asesoraba intentó sacar a la organización que realizaba sus talleres en las instalaciones del DIF municipal para ubicarlos en una casa propiedad del entonces candidato del PRI a la alcaldía Roberto Gálvez.
Al negarse la organización a dejar un espacio de neutralidad durante el proceso político, el asesor señaló que no les entregaría los documentos que acreditaban la legalidad y personalidad jurídica de esta agrupación, documentación que de acuerdo a Chávez Flores, resulta indispensable para acceder a los recursos que requieren para el desarrollo de proyectos y que les obliga ahora a realizar los trámites necesarios para volver a constituirse como una asociación civil.
Es de señalar que el entrevistado refirió que la persona que se quedó con los documentos era un asesor, esto es, goza de sus facultades visuales por lo que no es propiamente integrante de esta organización aunque es de hecho el representante legal de este grupo y se trata de un conocido ex funcionario municipal y ex representante de la Canaco-Servitur de esta ciudad.
Pese a ello, señaló que con apoyo del Instituto de Capacitación para el Trabajo de Michoacán (ICATMI) este martes iniciarán cursos de lecto-escritura en sistema braille en la intención de que personas con debilidad visual o ceguera total puedan incorporarse a las actividades económicas de esta región.