José Guerra, Jiquilpan
Solamente uno de cada 10 árboles de las zonas arboladas de Jiquilpan pertenece especies endémicas de acuerdo al estudio para la elaboración del plan de manejo de estas áreas.
Respecto al deterioro de las zonas arboladas, de acuerdo a Atanasio Linares Linares, responsable de hacer este plan de manejo, dijo que en parte es el deterioro natural por la edad de los árboles pero también es debido a que la gran mayoría de los especímenes no son nativos de estas regiones.
“Lamentablemente el porcentaje de especies no nativas es altísimo yo creo que de diez árboles uno es local y se trata de mezquites, huamúchil o fresno y nueves especímenes son exóticos”.
El problema con la introducción de especies de árboles de otras regiones es la dificultad para que la fauna local o los insectos endémicos puedan interactuar con la nueva especie: “Por ejemplo, un ficus no interactúa con los insectos, los animales silvestres o las aves y difícilmente las aves hacen sus nidos en estos árboles”.
De esta suerte aves como calandrias, cenzontles o jilgueros carecen de árboles propios para sus nidales como serían los árboles de tepehuaje, casahuate, palo dulce o zapote blanco que sí existen en los lugares cercanos que en el entorno urbano de Jiquilpan prácticamente han desaparecido.
Agregó que, quizá, Jiquilpan es una de las ciudades con mayores zonas arboladas en la cabecera municipal, sin embargo las especies preponderantes en estas áreas se trata de ficus, jacaranda, eucaliptos y otras especies exóticas que no aportan nada en la relación con la fauna nativa: “Has de cuenta que para una ave una ficus es un árbol de plástico, para el campesino el ficus no tiene ninguna utilidad porque no sirve ni la leña”.
Dijo que las especies de árboles endémicos de esta región guardan un considerable valor por el aprovechamiento maderable que pudiera darse de forma sustentable.
Pese a su belleza especies como jacaranda y lluvia de oro no son lo óptimo para esta región aseguró el especialista quien dijo que los fines estéticos de estos árboles duran apenas unas semanas por año y su madera no es aprovechable.