José Luis Ceja Guerra.
En Venustiano Carranza la ciudadanía optó por dejar de lado el dicho de mejor malo por conocido que bueno por conocer y decidió dar oportunidad a Edgar Gil por el PRD antes de permitir el regreso de dos ex alcaldes.
Y es que ambos ex alcaldes, Miguel Amezcua por el PRI y Hugo Mejía ex edil por el PRD y candidato en esta ocasión por el PAN apostaron a la flaca memoria del electorado lo que a final de cuentas no les dio resultados.
Para los habitantes de este municipio a quienes por cierto les agrada el gentilicio de sanpedrocarenses no fue fácil olvidar en esta campaña que Higo Mejía al final de su anterior periodo 2008-2012 fue severamente cuestionado por sus constantes ausencias al frente del ayuntamiento mientras la alcaldía enfrentaba serios problemas de solvencia económica que generaron sendas tomas de la presidencia por parte de los policías y de los trabajadores del ayuntamiento por falta de pagos y que como último acto de su administración remató todo lo que había incluidos los lápices de la presidencia.
Ahí llevaba ventaja Miguel Amezcua cuyo mandato no se recordaba casi por parte de las nuevas generaciones de votantes de esta tierra de pescadores sin embargo los enfrentamientos internos dejaron a Amezcua Alejo prácticamente huérfano en la campaña pues no pudo hacer las paces con el grupo de la presidencia ni con el grupo de Los Montejano una de las familias con más arraigo político en este municipio quienes simplemente se sentaron a ver pasar la elección en compañía del presidente del partido en un café de Jiquilpan.
Será el tiempo el que decida si Edgar Gil Yógues, candidato ganador por el PRD responde o no a las expectativas de los votantes en un municipio en el que desgraciadamente se presta más atención a la forma que al fondo de las cosas, tendrá mucho que ver también la integración de su cabildo y equipo de trabajo.
La importancia del triunfo de Edgar Gil, al menos para el PRD es generar un liderazgo regional convincente en esta fuerza política de izquierda y solo el tiempo dirá si el hoy alcalde electo de Venustiano Carranza tiene o no la capacidad de asumir el liderazgo que el PRD de Jiquilpan y el de Sahuayo no han podido siquiera generar.
Deberá verse también en los primeros meses de su administración cuál será la tónica de gobierno en este municipio con un enorme potencial en materia de agricultura, ganadería y turismo pero también con necesidades lacerantes sobre todo en el tema social.
No es cosa menor gobernar este municipio que, dicen los historiadores, nació por los fueros de Lázaro Cárdenas del Río para congregar en él a sus amigos e incondicionales y en el que el Revolucionario Institucional no ha sabido mantener una hegemonía de gobierno.
En Jiquilpan parece que ya empezaron los pleitos por la próxima administración municipal sobre todo en el tema, delicado, de quién va a mandar realmente pues se ha señalado que Martha Amezcua, presidenta del Comité de Pueblo Mágico, designó ya a quien será la directora de turismo de este municipio y en respuesta sectores de la sociedad le están demandando trasparencia en el tema de la renovación del comité de pueblo mágico, obviamente en la intención de colarse en este selecto grupo al grito de: A río revuelto ganancia de pescadores.
Lo cierto es que Clemente Covarrubias no la tiene nada fácil pues a las primeras de cambio tendrá que dar un golpe de timón para demostrar a la ciudadanía que es él y nadie más quien gobernará Jiquilpan.