Elena Rojas y Carlos González, Zamora
La inseguridad en Michoacán crece al igual que en buena parte del país y el gobierno federal, que tiene la exclusividad para usar la fuerza pública, no aparece para contrarrestar la violencia de aparentes integrantes del crimen organizado, delito de competencia federal, “todo indica que hay una omisión, falta de coordinación entre los tres niveles de gobierno y un temor a derramar más sangre”.
Señaló lo anterior José Luis Sefoo Luján, investigador del Colegio de Michoacán (ColMich), añadió que en varios lugares del país la autoridad federal “se hace de la vista gorda” ante evidentes señales de sujetos que se dedican a cosas ilícitas o que andan con armas de uso exclusivo del ejército y en ese sentido extraña no utilicen estrategias de inteligencia que manejan los militares y marinos.
Por otro lado, indicó que hay una evidente descoordinación entre el gobierno federal y los de estados y municipios en materia de seguridad, lo que deja el camino abierto a la delincuencia para hacer de las suyas.
Además, consideró que el gobierno federal no “le entra” a combatir en serio y contundentemente el tema con el argumento de no derramar más sangre, la cual de todos modos está corriendo entre los delincuentes, pero también en gente inocente o que no tiene que ver con los acontecimientos.
Por otra parte, en conferencia de prensa en instalaciones del ColMich, dijo que los esfuerzos de las autoridades por combatir el problema de inseguridad han sido mal enfocados, “ya que estos se dirigen más al fortalecimiento del equipamiento bélico”.
Cuando, agregó, deberían estos esfuerzos enfocarse en la prevención del consumo de alguna sustancia ilícita, “pues no han querido ver a las adicciones como un problema mayúsculo de salud pública. No con ello estamos afirmando que no es necesaria la acción policial, pero hace falta atender desde la raíz”.
Resaltó que lamentablemente en Zamora y Jacona persiste la violencia y homicidios, “además de que continuamente medios nacionales promocionan a Zamora como el escenario mayor de homicidios en todo el país, lo cual admitió en su trasfondo tiene motivación política y en parte realista, aunque también se determina por otros factores, como lo son la cantidad de hospitales que se concentran, lo que influye en un mayor registro de personas que fallecen”.
Esto al presentar un reporte de los homicidios dolosos y heridos de febrero, “en Zamora ocurrieron 32 decesos y en Jacona 17, es decir un total de 49 en ambos municipios; heridos 12 en Zamora y 9 en Jacona, es decir un total de 21. Es decir, en cada uno de estos municipios se registra un homicidio diario y pensando en el total de víctimas, de dos a 3 diarias, por lo que la cifra es alta”.
Finalmente subrayó que en estos delitos siguen destacando menores muertos o heridos, “al verse involucrados menores de edad, se pone en tela de juicio el papel de los padres de familia, profesores, sacerdotes, políticos y encargados de la seguridad. Por tanto, la muerte de niños en ciudades violentas como las ya citadas, expresan el fracaso que tenemos como sociedad para garantizarle a los niños y jóvenes un espacio seguro y donde puedan desarrollarse con plena libertad”.