-Obispos firmaron carta para alzar la voz y pedir justicia a Gobierno del Estado
-Iglesia busca conciliar con grupos delictivos para evitar más muertes
-En este momento crítico, buscamos construir un nuevo panorama: Jaime Calderón
Oscar de la Rosa, Zamora
“La violencia ha creado una imagen negativa de Michoacán que afecta a muchos sectores de la población. Hay una gran incertidumbre e impotencia en los empresarios, trabajadores del campo y de las ciudades ante la amenaza del eventual cierre, destrucción de negocios y centros de trabajo que este problema social significa”, puntualizó Jaime Calderón Calderón, obispo auxiliar de la Diócesis de Zamora, al dar lectura a una carta firma por 8 obispos de Michoacán para alzar la voz ante la inseguridad que existe en la entidad.
Aseguró que el documento será entregado a Jesús Reyna García, gobernador interino de Michoacán, para que tomen cartas en el asunto y no pasen desapercibida la situación que afronta la entidad que se encuentra en una crisis importante.
El documento establece que la Iglesia Católica está profundamente dolida por la sangre derramada en los últimos años, ya que genera dolor, incertidumbre y miedo entre la población que ha caído en un estado de indefensión y desesperación, sumado al enojo.
“No buscamos pelear con los grupos delictivos, ni que tomen como un reto nuestro documento, por el contrario pretendemos conciliar y que busquen la conversión con Cristo para que miles de familias ya no sufran por la violencia que han ocasionado diferentes actos”, aclaró.
Comentó que ante una situación crítica, buscan construir con diferentes sectores de la población una nueva visión y mejor forma de vida ya que la promoción de los valores evangélicos consisten en la aplicación de la justicia, la paz, la solidaridad fraterna, la oración intensa, la defensa de la vida y el amor a Dios y al prójimo.
“Los obispos de la provincia eclesiástica de las Diócesis de Morelia, Zamora, Tacámbaro, Apatzingán y Lázaro Cárdenas, asumimos las responsabilidades que nos tocan como pastores de la grey que el Señor nos ha confiado. Pedimos a nuestros sacerdotes que se hagan solidarios con los fieles y hagan cuanto esté a su alcance, privilegiando como es natural la asistencia espiritual, el acompañamiento a las familias y su esfuerzo por realizar acciones concretas a favor de la paz y la reconciliación”, dijo.
Finalizó al decir que con la misiva la Iglesia Católica no quiere provocar más violencia, pero si desean que se atienda el problema que consideraron de salud pública y social que aqueja no sólo a los feligreses, sino a toda la población, independientemente de su credo o estatus económico y social.
Numeraria
8 obispos firmaron la carta contra la violencia
18 de mayo de 2013 fue elaborado el documento