Oscar De La Rosa, Zamora
Los tradicionales vendedores de banderas o conocidos coloquialmente como “bandereros”, viven el mes de septiembre con una disminución de hasta 40 por ciento en ventas y una reducción de 70 por ciento de su mercancía ante el temor de que con la cancelación de las fiestas patrias presenciales se les quede todo el producto y ya después no puedan disponer del mismo para venderlo.
Comerciantes de ese giro abordados por EL INDEPENDIENTE informaron que indudablemente es un año totalmente distinto en materia de ventas, en comparación con otros ciclos, porque simplemente no hay eventos en la plaza principal, para atraer clientes, y además las familias están en crisis económica derivada del COVID 19.
“Cuando llega la gente a preguntarnos por mercancía se topan con la novedad de que lo existente es limitado ya que tenemos una escasez de producto, a raíz de que no quisimos arriesgarnos a perder dinero en una época compleja en donde debemos garantizar el alimento de nuestras familias”, dijeron.
Comentaron que los precios de los productos incluso se mantienen similares a los de años pasados. Las banderas llegan a costar de 20 a 100 pesos; sombreros de 35 a 120 pesos; pestañas a 20 pesos; trompetas de 20 a 30 pesos; tambores de 35 a 50 pesos y rehiletes de 20 a 25 pesos, dentro de lo más demandado por la población.
“Incluso se puede ver una disminución en las ventas desde el momento en que hay menos compañeros en las calles con el ofrecimiento de sus productos. Hoy nos mantenemos en funciones, con el riesgo de no vender nada, casi la mitad de los que estuvimos el año pasado que durante el grito y desfile de independencia, vendíamos prácticamente todo, pero ahora lo vemos complicado”, concluyeron.