Oscar De La Rosa, Zamora
El transporte público se encuentra en una crisis económica compleja al finalizar el año y con el 25 por ciento de las unidades de las diferentes rutas sin funcionar derivado de la contingencia ocasionada por el COVID 19. La rotación de personal es una de las consecuencias de las dificultades económicas que han sorteado los concesionarios.
Así lo dio a conocer José Luis Ramírez Victoria, presidente de la unión de transportistas del Valle de Zamora, quien comentó que la medida de reducción seguramente se extenderá hasta el primer trimestre del año entrante, porque es una realidad que el transporte público es un foco de riesgo importante para un contagio.
“Lo que no nos beneficia de esta medida es que a partir de que tenemos menos unidades en funciones también son menores los ingresos y en consecuencia no sólo tenemos una merma en la actividad, sino que también no hay fuentes de empleo y las rotaciones son constantes”, explicó.
Mencionó que otra consecuencia es que el transporte público no tendrá una renovación inmediata en las unidades que operan porque no hay dinero para obtenerlas a créditos que son superiores al millón y medio de pesos.
“Viene un cierre de año complicado para nosotros y seguimos con el objetivo de no aumentar el precio de la tarifa porque también consideramos que los usuarios no pasan por el mejor momento económico porque no hay recursos en circulación ni tampoco ocupación total de las unidades”, finalizó.