-Afectados por falta de movilidad vehicular ante contingencia, igualmente refacciones elevaron sus costos y son difíciles de conseguir
Elena Rojas, Zamora
La falta de movilidad vehicular a consecuencia de la contingencia por el COVID-19 también generó estragos en el servicio automotriz. Los 50 agremiados de la Unión de Talleres Mecánicos Especializados de Zamora y la región han tenido que despedir a la mitad de su personal, cada uno de ellos garantizaba en promedio 4 empleos con los que se veían beneficiadas el mismo número de familias, sin embargo tuvieron que tomar estas medidas, indicó Manuel Castañeda Vega, presidente de la agrupación citada y Gerente General de Fuel Injection de Zamora.
Resaltó que además de la contingencia sanitaria se ocasionó una difícil situación económica para dificultar aún más todo con la crisis de inseguridad que ya se tenía, “lo que hizo una tormenta perfecta. Si bien es cierto que siguen los carros descomponiéndose, el servicio disminuyó hasta en un 50%, ya que los usuarios sólo están solicitando lo más básico de un auto: que prenda y frene por lo menos, mientras que anteriormente se requerían los servicios de frenos, afinación, aire acondicionado, etc.”.
El ingeniero de profesión lamentó esta situación, “hay gente que tiene que seguir pagando su renta, luz eléctrica, proveedores, sueldos, etc. Además hay trabajos que están pendientes porque a pesar que el dólar y la gasolina se estabilizaron, hubo un incremento del 30% en los aceites y las refacciones, además de que muchas de estas no se pueden conseguir fácilmente”.
Consideró que en lo anterior inciden factores geopolíticos, “China es la fábrica del mundo, que prácticamente está paralizada; en el Bajío Guanajuatense las armadoras están paradas porque no tienen refacciones y autopartes para armar, lo que nos perjudica porque hay muchas que no podemos conseguir o bien las conseguimos pero a precios muy elevados. Por lo que estamos esperando a que se abra el mercado para tener un mejor precio en las refacciones”.
Dejó en claro que no se ha incrementado la descompostura de carros a consecuencia de accidentes por distracción social, generada por esta contingencia, “más bien al contrario, la gente no quiere mover sus carros, prefiere tenerlos guardados porque no quiere salir de casa, no tiene el recurso o bien no hay opciones a donde ir, ya que prácticamente todo está cerrado: balnearios, espacios recreativos, etc. Esta semana se empezó a notar un poco de mayor flujo vehicular, pero la gente en lugar de darles mantenimiento, está optando mejor por surtir su despensa”, concluyó.