Ma. Guadalupe Covarrubias, Zamora
Por bronca generalizada entre equiperos de UNIVER Raza de Águilas y Jaguares, el silbante decidió parar el encuentro celebrado en la unidad deportiva El Chamizal, cuando se jugaba el primer tiempo y el marcador favorecía a Jaguares 1-0, en la pelea también participaron personas ajenas al juego, por lo que aquello terminó como “El rosario de Amozoc”
Se jugaba la primera mitad del encuentro de futbol entre Jaguares y Raza de Águilas, todo iba bien, ambas escuadras mostraban buen futbol, más los de la casaca azul de UNIVER Raza de Águilas, que a pesar de abrumador dominio, no evitaron que Jaguares abriera el marcador por conducto de Hugo Estrada.
El temperamento de los 22 equiperos apareció entonces, con jugadas rudas, sobre todo de Jaguares, que con fuertes entradas quisieron evitar el juego técnico que estaba practicando los pupilos del profesor Raymundo González, ahí se calentaron las cosas ya que los azules contestaron con la misma moneda.
Dos entradas fuertes una por cada equipo, derramaron el vaso, ya que de inmediato intercambiaron golpes, patadas, mordidas y rasguños, de todo, la pelea se generalizó, el silbante no pudo ya contener la bronca, ya que personas de la tribuna se metieron para ser parte de una pelea que parecía no acabaría nunca, el árbitro sin decir palabra alguna corrió para protegerse en la caseta de los vestidores. En tanto los “moquetes” estaban a la orden del día, hasta que por fin luego de casi media hora de dar “función” se calmaron, no sin antes amenazarse mutuamente.
Este tipo de espectáculos se han vuelto frecuentes en los encuentros de futbol por lo que la comisión disciplinaria de las ligas, deberían tomar cartas en el asunto y sancionar con mano dura a los rijosos y también al silbante que en este caso sin dar detalles se retiró del campo sin dar explicaciones ni a jugadores ni entrenadores.