-No llegan a basureros municipales, riesgo está en hogares, donde no se da una disposición adecuada
Elena Rojas, Zamora
Tanto las clínicas particulares, consultorios privados, farmacias y los hospitales públicos, están apegados a la Norma Oficial Mexicana (NOM-087-ECOL-SSA1-2002) en la que establece que los residuos peligrosos biológicos e infecciosos (RPBI) que estos generan deben ser incinerados, toda vez que son nocivos para la salud del ser humano y el medio ambiente, por lo que para evitar riesgos a la población no van a parar a los basureros municipales, ya que se les debe dar un tratamiento debidamente cuidadoso para su disposición final, aseguró Fabio Rosales Coria, director de comunicación social del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Michoacán.
Más bien aseguró que el riesgo con estos materiales se concentra en los hogares, ya que no se tiene la cultura de separar y colocar en bolsas especiales con un letrero de alerta o en algún recipiente con la advertencia, “esto pone en riesgo a los recolectores de basura y pepenadores, quienes por algún descuido se pueden pinchar con una aguja. Por lo que la población debe ser más consciente de ello”.
Indicó que el IMSS en Michoacán está comprometido con las acciones en favor del cuidado del medio ambiente, “de acuerdo a información proporcionada por el encargado del Departamento de Conservación y Servicios Generales del IMSS, Esteban Aguilar Palafox, en el mes de marzo del año 2019, se produjeron un total de 9 mil 7 kilogramos de residuos en los diversos hospitales del IMSS en Michoacán, y en el mismo mes de 2020, se tiene una producción de 8 mil 374 kilogramos”.
Abundó que dichos materiales pueden contener organismos y agentes patógenos, cuya invasión al organismo del ser humano, al multiplicarse, generan enfermedades, “para evitar lo anterior entre las y los trabajadores de la institución, así como las personas que pudieran entrar en contacto de manera accidental con dichos materiales, como objetos punzocortantes, por ejemplo, el IMSS dispone de un conjunto de acciones administrativas y operativas que tienen que ver con la generación, almacenamiento, transporte y disposición final de los RPBI”.
Mencionó que el tratamiento de este material, que pueden ser desde jeringas, guantes, gasas, vendas, etc., “consiste en la recolección en dispositivos y contenedores especiales en las unidades de Primer y Segundo Nivel de Atención Médica, como laboratorios, consultorios, bancos de sangre y quirófanos, entre otros, para seguir el proceso hasta su disposición final”.
En cuanto al manejo de estos residuos, abundó, las y los trabajadores precisan de jornadas de capacitación, con el objeto de evitar contaminación a través de una exposición accidental y para el correcto depósito de los mismos, “igualmente existen elementos como bolsas y depósitos de color rojo que nos indican que se trata de RPBI, además de amarillas y transparentes para el depósito de otros materiales líquidos o sólidos”.
Una vez realizada la recolección interna de los contenedores de RPBI, subrayó, los mismos son almacenados en un depósito especial de manera temporal, para que finalmente una empresa recolectora los transporte y les dé un destino apropiado de acuerdo con las normas en la materia.
Finalmente dijo desconocer el dato de cuantos RPBI se generan en las clínicas del IMSS de Zamora, toda vez que no tiene contacto con la empresa trasportadora del material para su incineración.