– Ingresos y producción a la baja, auguran difícil situación para final del año
– Consideran que en seguridad hay que seguir canalizando esfuerzos para tener la paz necesaria
Oscar De La Rosa, Zamora
Productores agrícolas, empresarios, comerciantes bodegueros y consumidor final de la región Zamora insistieron nuevamente en su petición a las autoridades del ramo para poner un freno a los bloqueos carreteros, debido a que no hay una solución integral de los niveles de gobierno responsables de las vías de comunicación y ya perjudica la economía local y regional de Zamora, al bajar los ingresos y la producción, así como dificultar el traslado de la producción del campo a diferentes puntos de esta zona de Michoacán, ya que los artículos perecederos se echan a perder.
Jorge Hernández Álvarez, presidente de la asociación de pequeños productores de Huarachanillo, puntualizó que la preocupación es que ya viene la parte final del año en donde se supone que los agricultores recuperan una gran parte de la inversión hecha en el ciclo agrícola, pero si no hay ventas debido a los bloqueos carreteros, será difícil poder cumplir con esa meta, lo que adicionalmente trae en cadena una serie de problemas, como no pagar a los empleados, jornaleros y proveedores.
Comentó que en esta parte final del año lo que más se moviliza es la producción de berries y papa, pero el problema es que al no llegar a los destinos contemplados se puede echar a perder el producto y en consecuencia vienen las pérdidas para el sector que cada vez es menos rentable por el alza en los insumos.
En ese tenor, también pidió a las autoridades poner atención al tema de seguridad, que es otra de las afectaciones que tiene el sector, donde piden no dejar de canalizar esfuerzos en ese sentido, porque si bien hay resultados de las estrategias aplicadas por los diferentes niveles de gobierno, también es cierto que observan avances en la materia y es uno de los factores por los que en muchas ocasiones se abstienen de trasladar productos.
Finalmente agregó que hasta el momento no se ha cuantificado con precisión a que nivel se encuentran las pérdidas económicas, con excepción de una caída de ventas de hasta 50 por ciento en algunos complejos comerciales y centros de abastecimiento, pero es evidente un perjuicio mayúsculo que no solamente afecta a los empresarios, sino también a las familias que dependen de los productos para poder alimentarse.