-Además, consumir líquidos mientras masticamos tampoco favorece digestión
Elena Rojas, Zamora
“Los problemas digestivos no sólo se deben a una mala o excesiva alimentación, sino también se derivan de una mala masticación, ya sea por la pérdida de piezas dentarias o la rapidez con la que se ingieren los alimentos. Si mandamos partículas mas grandes al estomago, este hará más esfuerzo y producirá mayor cantidad de jugos gástricos para poder destruir dichas partículas. Si masticamos de 35 a 45 veces un alimento, mandaremos una partícula más pequeña que será más fácil de digerir”.
Señaló lo anterior Jorge Roberto Vázquez Palacios, director del Centro de Salud ubicado en la Colonia Valencia, en el marco del día mundial de la salud digestiva, agregó que cuando una persona produce mayor cantidad de jugos gástricos, por una mala masticación, tiene predisposición a enfermedades de tipo ácido: dispepsias, gastritis, ulceras y enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Añadió que de cada 5 personas, 3 padecen alguno de estos cuadros gástricos, igualmente cuando la forma de digerir no es la correcta, “el intestino delgado ejercerá mayor liberación de enzimas para poder tratar de degradar, por lo que todo el sistema biodigestivo tendrá alteraciones: inflamación del intestino delgado y del grueso. Por lo que debemos tener una masticación sana, de tiempos y eficaz”.
“Si evitamos el consumo de irritantes, conservadores, bebidas gaseosas, alcohol y tabaco, estaremos garantizando que la salud de nuestro sistema digestivo lleve un 90% de protección y eficacia. Los alimentos sólidos tardan más en digerirse y por tanto requieren de una mayor masticación, entre ellos: las carnes, alimentos con mayor cantidad de grasas, carbohidratos, cartílagos, así como vegetales duros, cacahuates y frituras. En contraste, los alimentos que favorecen una buena absorción y digestión son: agua, vegetales verdes, fibras y cereales y semillas”.
Aseguró que por las cargas laborales, los tiempos para realizar actividades diarias y los ayunos prolongados, el 50 % de la población michoacana, sobre todo adolescentes y jóvenes en edad reproductiva, tiene el mal hábito de comer rápido y no masticar debidamente y por tanto no tritura bien sus alimentos.
“Ese hábito se suma con el consumo de líquidos durante el trayecto de los alimentos, lo cual no es recomendable, ya que si tomamos agua mientras masticamos, no permitimos que los ácidos del estomago digieran los alimentos, toda vez que estamos diluyendo dichos ácidos, lo que genera una menor absorción o destrucción de los alimentos, por lo que la digestión no cumple con su función. Lo que lo ideal, es consumir líquidos al finalizar los alimentos para que la fase de digestión se lleve a cabo de manera exitosa”, finalizó.