Elena Rojas, Zamora
Autoridades del Colegio de Michoacán (Colmich) presentaron la más reciente obra editada por esta institución, denominada “Los caminos de la Memoria: Sacralización, materialización, construcción y transgresión de lugares y espacios de memoria”, obra colectiva coordinada por la historiadora del arte, Mirta Insaurralde y el historiador, César Manrique Figueroa.
Se trata de un libro de investigación en ciencias sociales y humanidades que se caracteriza por un enfoque interdisciplinario, ya que aborda temas desde la historia del arte, historia cultural; así como estudios de cultura visual: cine y fotografía y la literatura. Este trabajo se traduce en esfuerzo colectivo de 14 autores.
Comentaron que esta publicación refleja 12 años de experiencia en diferentes ramas del conocimiento, tanto de historiadores, restauradores, literatos, sociólogos, etcétera, de diversas partes e instituciones de investigación del país, que integraron las visiones de diferentes disciplinas para hacer este tejido “transdiciplinario”.
Señalaron que la finalidad de esta publicación es provocar una reflexión en diferentes ámbitos, “desde uno muy especializado, así como de cualquier ciudadano interesado en la materia. Porque la memoria es algo trasversal”.
Por lo que, añadieron, los temas que se tocan son de interés general, se pueden encontrar enfoques muy interesantes, “desde pinturas de la Virgen de Guadalupe del año 1692 o cómo una fachada de la ciudad de México se fue trasformando para convertirse en lo que fue hoy. La temática es amplia, por ello puede interesar a públicos diversos”.
Aseguraron que la línea del tiempo que une a estas temáticas tan variadas “es la memoria que va desde siglos coloniales XVI, XVIII, hasta el siglo XX. La trasgresión de lugares tiene que ver como ciertos espacios, edificios u objetos que nacen con una vocación, justamente por voluntad de la gente se convierten en otras cosas”.
En ese sentido, abundaron, declararon que la memoria es trasgresora, es decir, “no es algo inmutable, sino que va cambiando con el tiempo o diversos intereses sociales. Para poder materializar este libro de 348 páginas fue todo un gran reto porque la memoria es caprichosa y péndula entre amnesia y recuerdo”.
Igualmente, para concluir este libro se invitó a académicos a pensar desde sus diversos campos, especialidades, intereses y pasiones sobre la memoria en formas, maneras, dispositivos, huellas e imaginarios”.
Mirta Insaurralde agregó, “la memoria no sólo se relaciona con la verdad, es traidora, mentirosa, manipulable y desde ahí se les invitó a los colaboradores de este libro a reflexionar sobre como la memoria construye, acerca, separa, distingue. La memoria también es un espacio, una trama y camino porque pensarla así permite la posibilidad el acceso desde el punto de vista de la construcción”.
“La memoria también es un laberinto, una encrucijada, como espacio individuales y sociales en pugna, como posibilidad de conciliación, de celebración, como necesaria compañera del ingenio, del olvido, de la fantasía y como un camino hacia una reflexión sobre nuestros propios intereses de investigación”, indicó.
Por su parte, la historiadora Marcela Corvera Poiré, perteneciente a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subrayó que este libro es resultado de un trabajo largo de investigación, pero sobre todo de coordinación para hilvanar diversas miradas sobre los detonadores de la memoria.
El moderador, Alejandro Meza, integrante del Laboratorio de Análisis y Diagnóstico del Patrimonio del Colmich, sede La Piedad, agradeció a las presentadoras.