José Guerra,Tarecuáto, Tangamandapio
Habitantes de la tenencia indígena de Tarecuáto en el municipio de Tangamandapio preparan ya la celebración de la Feria del Atole a celebrarse en vísperas del Domingo de Ramos en la que se concentra gran parte de la cultura de los pueblos indígenas de este y otros estados.
La Maiápita, como llaman los lugareños a este festival, se relaciona con el intercambio comercial o pagos de servicios ya que desde tiempos inmemorables esta tenencia fue paso obligado de arrieros y comerciantes quienes intercambiaban servicios y productos por kamata (atole).
De acuerdo a los datos proporcionados por la Dirección de Atención de Asuntos Indígenas del municipio de Tangamandapio, la festividad es punto de convivencia intercomunitaria ya que desde diversos estados de este país se trasladan a esta tenencia comunidades indígenas para el ritual de la Maiápita.
San Francisco Tarecuáto, Cerro Viejo, en la lengua madre de esta tierra fue fundado as finales del Siglo XVI por un indio principal llamado Guatando, en tanto que el trazo y ordenamiento de la población corrió a cargo del franciscano Danés Fray Jacobo Daciano quien encabezó la construcción del templo de este lugar.
Este pueblo posee un conjunto conventual y atrio, construido en 1543, que concentra los elementos arquitectónicos más sobresalientes de la religión católica del Siglo XVI.
De acuerdo a Luis Mateo Amezcua, titular de la Dirección de Atención de Asuntos Indígenas, actualmente se desarrollan eventos previos con algunas innovaciones, entre éstas, el cambio en la modalidad para la elección de la reina de estos festejos ya que anteriormente se elegía a través de los recursos económicos que lograra allegarse cada una de las candidatas en tanto que ahora se elegirá en base a los conocimientos que cada una de las aspirantes en temas como problemática y desarrollo de la comunidad indígena.
El 22 de este mes se realizarán eventos culturales para mostrar la riqueza existente en disciplinas como danza y música y para el domingo 23 se realizará la coronación de la reina con la asistencia de representantes de las comunidades indígenas además de celebraciones religiosas en lengua purépecha y un torneo de huárucua (juego de pelota).