– Espacio servirá para la promoción de la vida religiosa
Elena Rojas, Jacona
Autoridades de la Diócesis de Zamora encabezaron la colocación de la primera piedra de lo que será la Casa Diocesana de Retiro denominada: Domus Ecclesiae EMAÚS, espacio para la promoción de la vida religiosa, la cual se edificará en el Libramiento Zamora- Jacona, entre el Monasterio y conocida empresa agrícola.
El evento fue encabezado por el Obispo de Zamora, Javier Navarro Rodríguez, quien detalló que este espacio contemplará una calzada con un área de acceso y administración; estacionamiento, un auditorio de usos múltiples, una planta de conjunto, una capilla del Divino Maestro, un área recreativa, una de habitaciones y un espacio de retiro para grupos parroquiales y diocesanos, con capacidad para más de 100 personas.
También será un espacio de encuentro, con un auditorio cerrado y una cancha grande deportiva con gradería para más de 3 mil personas. Este último pensado en las reuniones masivas de jóvenes, monaguillos y catequistas, «también habrá habitaciones para quienes vivan una experiencia de retiro espiritual».
El clérigo dio a conocer que igualmente habrá habitaciones para sacerdotes ancianos, que estén en plan de habitar o que por alguna enfermedad (no de gravedad) tengan que apartarse del quehacer cotidiano intenso y requieran recuperarse. Ya que habrá servicio de atención por parte de un grupo de religiosas. Tendrá una capacidad para que puedan habitar 15 sacerdotes de planta.
David Morales Ríos, arquitecto, añadió que el proyecto está planeado en un terreno de 4 hectáreas, mismo que fue donado por la señora Alicia Galván. El proyecto se hará en etapas, confían en la colaboración de los fieles a través del diezmo para poderlo cristalizar.
Monseñor Navarro Rodríguez recordó que los recursos humanos «son los más valiosos, pues solo así se logran los proyectos. El 2 de febrero de 1898 cumplimos 125 años de que se colocó la primera piedra del Santuario Guadalupano, edificado porque el entonces Obispo, José María Cazarez donó ese terreno donde ahora se ubica dicha arquitectura religiosa».
«Sin embargo, por los avatares históricos de la Revolución se detuvo, hasta que finalmente fue expropiada en el tiempo del presidente Lázaro Cárdenas. En el tiempo de Miguel de la Madrid, en 1988, se recuperó para cumplir con los fines establecidos”, describió.
Consideró que al hablar del Santuario es hacerlo acerca de una obra grandiosa, “que estuvo sometida en su construcción a estas cuestiones históricas que esperamos ya no se den en México. Por lo que esperamos que en esta obra de hoy que va a iniciar, no haya esos tropiezos y si los hay, esperemos que haya fieles de otras generaciones para continuar con los proyectos y estos no queden inconclusos».
Citó que en los 32 años que lleva de Obispo y 44 de sacerdote, “nunca he visto que se tenga el recurso total sólo para sacarlo y aplicarlo para una obra como esta, por eso no podemos calcular el tiempo de cuando quedará concluido, depende de las voluntades que se sumen».
Por su parte, Francisco Figueroa, Obispo auxiliar, detalló que EMAUS es el reflejo de lo que es la vida cristiana, «dos jóvenes discípulos de Jesús luego de ver la dificultad de la crisis de la cruz se desencantan, se cansan y deciden regresar a su pueblo EMAUS, ya desilusionados, pero en el camino el Señor Jesús ya resucitado, los alcanza, los escucha en sus angustias y los consuela con la luz de la palabra y los reanima».
«Por eso queremos que esta Casa sea un lugar de encuentro, donde vean la luz de Jesús y de la palabra. por eso queremos que sea un espacio de EMAUS, de calzada, de camino. La vida del cristiano es peregrinaje permanente, en el camino hay de todo, momentos duros y de crisis y otros más serenos», concluyó.