-Incluso entre las mismas féminas, marcados los índices de rivalidad
Elena Rojas, Zamora
Los actos de discriminación hacia la mujer se mantienen vigentes en la sociedad actual, que en muchas ocasiones se tornan a acciones violentas que van desde los insultos, descalificativos (violencia psicológica), hasta la violencia física que ocasiona lesiones o incluso la violencia económica, cuando su pareja se niega a darle el sustento económico a ella y a sus hijos o se les condena de tal manera que resulta un agravio; sin embargo la Secretaria de la Mujer sigue en el camino de fomentar la igualdad de oportunidades, y con ello fortalecer la equidad de género.
Así lo subrayó Consuelo Muro Urista, titular de dicha secretaria, quien detalló que desafortunadamente somos un país discriminador, actitud que llevamos enraizada culturalmente “Se tiene cierta preferencia de molestar a los morenitos (as), gorditos(as), chaparritos(as)… entonces, ¿con qué estándares de belleza nos estamos identificando?, si todos en el país tenemos ciertos rasgos, solemos comprar imágenes de belleza que nos venden en el exterior, cuando nosotros tenemos la propia”.
Dijo que esta situación, tiene sus orígenes en aspectos culturales y en una educación sexual, y que para contrarrestar un poco dicha situación, en breve en conjunto con la Secretaria de Educación Pública se está por concluir la edición de un texto que será gratuito para los estudiantes de primero de secundaria en toda el país.
“Es más fácil incitar a los niños y jóvenes a llevarlos por el plano de la igualdad, y terminar con conductas antisociales como la discriminación, a reeducar a un adulto que ya trae un esquema de valores que definitivamente modificarlos resulta muy difícil”.
Destacó que incluso entre las mismas féminas continúan marcados los índices de rivalidad, “los niveles de discriminación entre mujeres son muy altos, en números me daría vergüenza decirlo pero realmente son críticos, incluso se percibe mucho en las redes sociales; el asunto es que culturalmente se nos ha obligado a competir entre nosotras, e incluso desde la infancia nos narran cuentos de quien compite por un príncipe, quien la mantenga, quien culturalmente le proporcione el apoyo, cuando las relaciones humanas deberían de ser en un plano diferente, entonces esa competencia y descalificación que se da entre las mujeres es parte de la cultura que hemos venido arrastrando desde pequeñas y que nos impulsa a competir por diversas situaciones… por quien es más guapa, quien viste mejor, quien tiene mejor cabello, entre otras aspectos físicos u otras situaciones por el estilo ajenos a nosotras, que finalmente son situaciones superfluas, pero que culturalmente debemos nosotras propiciar ese cambio y formar esa circunstancia”.
Detalló que las amas de casa son un importante factor de cambio hacia el impulso de ese cambio cultural “somos quienes educamos y reeducamos y si eso lo fomentamos en casa claro que tenemos que cambiar y apuesto a que si cambiamos”, finalizó
Numeraria
1 libro de texto gratuito que fomente la igualdad de oportunidades y fortalezca la equidad de género se distribuirá a jóvenes de primero de secundaria en breve.