-Llama “vende SIDA” a supuestas prostitutas y “cholitos” a los adolescentes en patineta
Elena Rojas, Zamora
Justificado por su molestia contra el desorden del ambulantaje y vagabundos que habitan en el atrio del templo de San Francisco, el padre Alfonso Verduzco Pardo hizo gala de expresiones discriminatorias contra personas portadoras del Virus de Inmunodeficiencia Humana, SIDA, al llamar “vende SIDA” a quienes él califica como prostitutas que ejercen su oficio en el lugar, así como “cholitos” a jóvenes y adolescentes que acuden al espacio para practicar en patineta.
De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (www.conapred.org.mx), las personas que son portadoras del Virus de la Inmunodeficiencia Humana o que están enfermas de SIDA son fuertemente discriminadas por el miedo al contagio y porque cargan con una serie de prejuicios asociados a su actividad sexual.
Esta expresión de discriminación, que se encuentra tipificada en varios estados como delito, se dio en el marco de su enojo contra los más de diez comercios instalados en el Atrio del templo de San Francisco, en la calle Hidalgo del centro de la ciudad, dedicados a la venta de ropa, dulces, juguetes, comida, artesanías y libros.
“Y por si fuera poco las mujeres vende SIDA también rondan por el atrio. De no controlarse esta situación veremos la forma de colocar una reja, pues estamos hartos de que no haya un respeto hacia la iglesia”, citó textualmente el párroco.
Dijo saber que los bienes de la iglesia no son como tal, puesto que es administradora, “la nación nos ha encomendado salvaguardar el patrimonio religioso de la misma”, citó.
Recordó que en años pasados arbitrariamente tiraron la reja que había, la cual se encontraba en torno al atrio, “era un espacio bonito y cómodo para los feligreses y visitantes, pero hemos visto que con el paso del tiempo que está convertido en un tianguis, mi molestia es que no hay nadie que imponga orden en el atrio de la iglesia, vienen los comerciantes ambulantes sin tomarnos en cuenta”.
Recalcó que al principio él dio la oportunidad a los vendedores de libros de instalarse, “quería yo fomentar la cultura, pero desafortunadamente no traen libros que la fomenten, si no unos pasquines que traen contracultura, ya no me pareció eso. El obispo me ha dicho que ya no autorice ese tipo de cosas, se los he dicho, pero ahora me sorprenden que sin permiso vengan y se establezcan”.
Agregó que aunado al ambulantaje también los cholitos y “darketos”, así los llamó, hacen su pista de patineta, “andan haciendo piruetas, nada más exponiéndose”.
Añadió que el atrio también es invadido por vagabundos, “hay unos que han hecho de los pórticos del templo su lugar de dormir, a mi me da pena correrlos y les he hablado, yo no los puedo correr me da pena hacerlo, pobre gente, es gente que luego esta fuera de sus cabales”, además dijo que muchas veces dejan sus heces y es una lata estar limpiando constantemente.
Detalló que incluso las mujeres “vende sidas” se sientan afuera de la iglesia en las noches buscando cliente, “tienen muy cerca el hotel y tantas cosas que se ha hecho del atrio un mal uso, este espacio es nuestro pórtico que le debe dar ambiente los recintos sagrados y no debe ser mal ocupado”.
Finalmente dijo que esta situación los va a obligar a tomar medidas más drásticas “tenemos la obligación de rescatar lo que es nuestro, lo que se nos ha encomendado y usarlo para el fin que tiene, yo los sábado en la noche he propiciado una terapia musical de danzón para las personas de tercera edad, desde hace más de un año, por ejemplo”.
Numeraria
1 año dice el sacerdote que se salió de control el ambulantaje