Noé Ortiz
Desordenados, desorganizados, apáticos a las nociones de legalidad, propiedad ajena y respeto de los derechos del otro, egoístas, irresponsables, impositivos y agresivos con quienes no piensan igual, son los defectos de carácter que mostramos como sociedad de vez en vez y cada vez más constantemente.
El aumento al precio de la gasolina es el pretexto de hoy para volver a mostrar este rostro, que si bien no creo que defina al mexicano, cada vez se liga más a nuestra manera de expresarnos, y que me hace preguntarme, ¿cómo queremos un país en progreso si seguimos cultivando actitudes de retroceso?
Ejemplifico: nos quejamos de que el gobierno no nos da una buena economía (¿¡?!), pero seguimos comprando bolsas Luis Vuitton de 350 pesos, cinturones Hermes de 150 y pantalones Levi’s de 2 por 500, piratas, cuyo ingreso ilegal al país afecta a la industria nacional y al importador que sigue las reglas, impidiéndole crecer, mejorar sueldos y contratar más personal…
Nos quejamos de la manipulación de la información y exigimos que nos digan “la verdad”, pero en redes sociales, ese espacio en el que el ciudadano tiene el control, nos dedicamos a difundir indolentemente noticias falsas, fotos truqueadas y datos inexistentes, en las últimas 48 horas he visto al menos 3 publicaciones repetidas constantemente, de “información sumamente importante, urge difundir antes de que el gobierno la borre” sobre supuestos golpes de estado o la inminente renuncia del presidente.
Y en ese revoltijo que nosotros mismos generamos seguimos incapaces de encontrar un rumbo de crecimiento, porque, además, la mentira más grande que creamos y creemos, es que existe un pueblo bueno, lleno de valores y principios, oprimido de manera artera por un grupo político corrupto, ineficiente y abusivo. La verdad es que todos los aspectos de nuestro país, política, educación, economía, seguridad, deporte, cultura, etcétera, son un reflejo de lo que es nuestra sociedad.
Cómo dijo hace más de 20 años el comediante Chis-Chas, “estamos como estamos, porque somos como somos”.