Noé Ortiz
Si no estaremos haciendo las cosas mal. En Holanda, Inglaterra y Alemana, principalmente , toma fuerza la tendencia al cierre de iglesias debido a la falta de feligreses, en una sociedad que cada vez necesita escudarse menos en creencias para justificar valores y virtudes, para hacer las cosas bien por convicción y asumir las que hace mal con responsabilidad, y no por miedo a perder un premio celestial o ganar un castigo terrenal, (aquí algunas fuentes sobre el tema, http://www.noticiacristiana.com/iglesia/2013/05/iglesias-se-transforman-en-cafeterias-y-librerias-en-holanda.html , http://profeciasyrevelaciones.blogspot.mx/2013/05/cierran-iglesias-catolicas-en-alemania.html , http://www.acontecercristiano.net/2013/01/iglesias-cierran-en-inglaterra-por.html).
En esos países las iglesias se conservan por su valor arqutectónico, convirtiéndose en librerías, cafeterías, centros de arte y demás instituciones de difusión de la cultura y el conocimiento, actividades demandadas por sus pobladores.
Si además vemos que también en esos países aumenta el número de cárceles cerradas por falta de prisioneros y que muchas de ellas son sub arrendaras o se les da otro destino (http://www.rnw.nl/espanol/article/holanda-cierra-c%C3%A1rceles-por-falta-de-presos, http://m.noticiasdenavarra.com/foro/viewtopic.php?f=2&t=60718) me pongo a pensar si no estamos haciendo algo mal.
Aquí permitimos que el padre Ventura expulsara a la Casa de la Cultura de su recinto para mandarla a un espacio mal construido y seguimos a la expectativa de cuándo, por fin, va a correr al Centro de Salud (del que ya le tiró paredes y cerró el estacionamiento) para la expansión del Santuario; permitimos que las calles sean tomadas por las procesiones guadalupanas sin que haya fuerza legal que garantice el respeto a los no participantes, por poner un ejemplo local.
Y por el otro lado, el sobadísimo argumento de que la religión fomenta valores y virtudes que choca con cárceles abarrotadas en las que el 99 por ciento de los prisioneros se dicen religiosos, de verdad, me hacen pensar que algo estamos haciendo mal.