Pantallas y apantallados
Noé Ortiz
Al estilo Arjona de la rima mal compuesta, el problema no es la fuga, el problema es lo que queremos creer de la fuga… puesta en escena, acuerdo para combatir a otro cártel, pago/venganza por financiar la campaña de Peña Nieto, montaje a para distraernos de la “privatización” del IMSS e ISSSTE, distracción del costosisísimo viaje de EPN a Francia, que el que se fugó es un doble del doble que en otro montaje habían capturado… y tantas otras teorías de conspiración análogas que surgieron desde la primer captura del Chapo, su primer fuga, su estancia en libertad, la segunda captura y ahora su 2ª fuga, y que pretenden descubrir el hilo negro de la gran conspiración de gobierno contra la población, del pueblo bueno, el que no votó por el presidente en turno, independientemente del partido que sea.
A veces creo que esta fantasía colectiva es la verdadera pantalla a una realidad que nos negamos: nosotros somos los causantes de nuestros males, pero necesitamos un culpable para aplacar nuestra conciencia.
No importa que durante décadas el IMSS desperdiciara sus recursos económicos comprando y financiando equipos de béisbol y fútbol, pagando prestaciones laborales al 300 por ciento, 400 o más, de manera ingente, otorgando pensiones y liquidaciones ultra legales, explotando de plazas, con creación innecesaria de plazas para acomodar amigos y familiares, permitiendo heredarlas, otorgando falsas incapacidades, negándose a revisar la edad de cesantía y vejez, y demás acciones con las que se llevaron a la quiebra a la institución; lo que importa es que hoy podemos asegurar que la fuga del Chapo es una cortina de humo del gobierno para perpetrar su privatización.
Y lo mismo ocurre si el tema es del SNTE, la CNTE, educación, energía, PEMEX, economía, financiamiento del campo y todos aquellos en los que estamos mal y de los que, sin quitar la parte de responsabilidad del gobierno, no queremos asumir nuestra responsabilidad, la de nuestros padres y abuelos, no tanto para señalar culpas, como para saber exactamente qué estamos haciendo mal hoy, y de lo qué mañana le vamos a echar la culpa al complot del gobierno.
Sumémosle la insistencia en cambiar nuestra realidad por medio de campañas de twitazos o con peticiones en chance.org, y tenemos la fórmula ideal para seguir viendo en cada evento, noticia y suceso, la gran pantalla que demuestra, mediante una retórica implacable, cómo somos víctimas de la realidad que nosotros mismos hemos creado. Pero nuestra conciencia revolucionaria sigue intacta.
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@nortiznonito