Actuaciones de Óscar
Noé Ortiz
No había sido fiel seguidor de los premios Óscar hasta el año pasado que, expectante ante la nominación de González Iñárritu los vi. Esa noche, y conociendo la expectativa, mi hija se sumó a la audiencia y también se emocionó con los premios a mejor director y mejor película, además de que le expliqué también el caso de Luvezki; dice que quiere ser fotógrafa.
Para este año esperó la fecha de la ceremonia y se agregó mi otro hijo, ambos arrastrados por la locura Leo, y aunque sé que no son expertos cinéfilos, la emoción envuelve y contagia.
Hubo una parte que me dejó pensando: cuando Chris Rock hace la introducción de la categoría Documental y menciona que los nominados sí necesitan el dinero, ya que el resto de los ganadores ingresan millones independientemente del resultado de la premiación, y al finalizar la noche regresarán a sus mansiones millonarias, me puso en contexto las declaraciones sobre los temas políticos que hacen los actores y directores (contra el racismo de Iñárritu y el calentamiento global de Di Caprio incluidas).
El recientemente fallecido Umberto Eco escribió en 1964 “Apocalípticos e Integrados”, disertando sobre el uso que se le da a los medios masivos de comunicación, en un sentido negativo o positivo; éstas son declaraciones políticamente correctas dirigidas a un público al que buscan agradar, pues los personajes ganadores no están en posición (no sé si en voluntad) de influir en los cambios que denuncian, pero que finalmente llevan un mensaje positivo, de integración social.
Lo contrario pasa con Donald Trump, con un discurso apocalíptico, políticamente correcto para el público al que va dirigido: radicales y gente enojada con el sistema (no importa el país y la situación que viva, siempre habrá gente inconforme con el sistema, la diferencia es que en países que atraviesan crisis estos grupos crecen y ganan seguidores, porque yo no creo que el empresario se niegue a ganar unos milloncitos si se le presenta la oportunidad de hacer un buen negocio con un mexicano), pues aún ganando la presidencia, no estaría en posición de llevar a política pública el ideario que predica, más allá de algunas acciones mediáticas para tranquilizar a los que, habiéndolo apoyado, se muestren inconformes por no haber cumplido sus promesas.
Y en nuestro contexto nacional pasa lo mismo, líderes que dicen lo que ciertos sectores (a veces mayoritarios, a veces sólo con presencia mediática) quieren escuchar, utilizando los medios de comunicación como vehículos de desgaste y deterioro, apocalípticos, a sabiendas de que la confrontación no llevará a una mejora, pero sí a alcanzar un interés personal. Actuaciones de Óscar.
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