Oscar De La Rosa, Zamora
El pan de muertos se resiste a desaparecer en las panaderías locales. Durante los últimos días de este mes ya algunos establecimientos lucen con charolas repletas de este pan tradicional, las piezas normales se llegan a ofertar en alrededor de 7 pesos al público.
Roberto Escobar Ochoa, panadero con 40 años de tradición, informó que aun con la contingencia por COVID 19 la gente pide pan de muerto para degustar en sus hogares, aunque reconoció que para este año se recortará la producción hasta en más de 50 por ciento si se considera que no habrá eventos masivos en donde la demanda de piezas es mayúscula.
Indicó que la mayor parte de las ventas se concentra en los pedidos que hacen centros educativos, pero al no haber actividades presenciales, será complicado que se puedan efectuar diversas piezas de pan.
Mencionó que existe un incremento en los insumos que utilizan para la elaboración de las piezas, porque han aumentado el costo del kilo de huevo, harina, mantequilla, naranja en algunos casos y azúcar que se coloca sobre las piezas, por lo que en esta ocasión sólo harán pan de muerto sobre pedido.
“No tiene caso hacer una inversión en un producto que posiblemente se nos puede quedar. Las condiciones son diferentes en comparación al año pasado, pero es una realidad que el pan de muerto se niega a morir entre la gente como se pudo pensar a causa de la contingencia”, finalizó.