-Señalan que el cuerpo tiene muestras de golpes, heridas y navajazos
Elena Rojas, Tangancícuaro
“Mi hijo no se suicidó. Lo asesinaron a golpes. Su estómago lo tenía destrozado, estaba muy golpeado, su cabeza estaba sumida, tenía un navajazo en el rostro, le salía sangre de su cabeza golpeada. No presentaba marcas de haberse ahorcado como lo argumentaron oficiales de la cárcel preventiva, mi hijo jamás intentó hacerse daño”, señaló llorando Silvia Alvarado Maldonado, mamá de Jorge Luis Cruz Hernández, quien la madrugada del domingo fue localizado muerto en su celda en la cárcel de este municipio.
Según revelaron las autoridades policiales, abundó, supuestamente porque el joven de 24 años se había ahorcado con un cinturón, pero a decir de la madre del muchacho, este no presentaba indicios de haberse suicidado.
Relató que fue el sábado por la noche cuando el joven de 24 años se encontraba bebiendo afuera de su domicilio, ubicado en la colonia Chayote de este municipio, motivo por el cual tres policías lo subieron a golpes a la patrulla y se lo llevaron detenido.
Aunque también fuentes periodísticas policiales revelaron que fue la esposa de Cruz Hernández quien pidió lo encarcelaran debido a que estaba borracho y escandalizando en la vía pública.
“Posteriormente ya por la madrugada querían que fuéramos a la procuraduría (PGJE) y que lleváramos un acta de nacimiento de mi hijo, pero no quisieron dar explicación alguna, ya cuando llegamos dijeron que él se había quitado la vida, con el cinturón que llevaba puesto. Pero mi hijo no utilizaba cinturón, además cuando los llevan a barandillas les quitan todo, hasta el poco dinero que llevan. Otros argumentaban que ese cinturón lo habían dejado ahí accidentalmente y que era de otra persona, hay mucha contradicción”, señaló Silvia Alvarado.
Añadió que incluso tanto personal de la PGJE como del mismo ayuntamiento les ofrecieron dinero a cambio de dejar la situación por la paz, “en el ayuntamiento nos ofrecían 15 mil pesos, pero lo que nosotros queremos es justicia”.
Por su parte, Eloísa Sebastián González, viuda dijo, “no nos quisieron dar explicación, inclusive querían que no viéramos el cuerpo, que no lo cambiáramos, mucho menos nos dieron un reporte médico que revelara el motivo de su muerte”.
El hoy occiso trabajaba en acciones de mantenimiento y electricidad, le sobreviven dos pequeños hijos: una de dos años y medio y otro menor de un año; además de que tenía dos niñas con su primera pareja.
La viuda añadió que el lunes por la tarde tras el entierro, el pueblo se congregó enfurecido a la plaza principal, toda vez que dijo que desde que entró el Mando Unificado ya van dos víctimas que mueren al interior de barandillas, “solo queríamos que ya no estuvieran en funciones los policías implicados, y les gritamos que queríamos justicia, pero ellos comenzaron a disparar al aire y a golpear a la gente, por ello las personas en consecuencia”.
Agregó, “exigimos justicia, que no quede impune su muerte. Queremos que castiguen a los que resulten responsables. Que a mis hijos se les de su pensión, que mantengan sus estudios”.
Indicó que ya presentaron una demanda ante la PGJ, y ayer también presentaron una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, a fin de que esta situación no quede impune.
Finalmente la madre del occiso señaló estar temerosa, toda vez que argumentó que los policías amenazaron con llevarse detenidos a “mis otros 3 hijos, quienes se tuvieron que esconder, a que extremos hemos llegado”.
Ninguna autoridad municipal fue localizada debido a que las instalaciones de la presidencia municipal se encuentran cerradas, al personal le dieron instrucción de no asistir debido a que fueron dañadas las oficinas, por otro lado el director de seguridad pública se negó a dar declaraciones.
Numeraria
100 personas protestaron lunes por la tarde en la plaza para exigir justicia