-Autoridades deben establecer medidas; esos servicios son de riesgo por aglomeración de gente
Elena Rojas, Zamora
Ofrecer un servicio funerario se torna una situación muy complicada hoy en día no sólo si se muere de COVID-19 o neumonía atípica, sino incluso que fallezca a consecuencia de una muerte natural, de accidente, por enfermedad o por cualquier otra índole, dado que comúnmente acuden a sepelio muchas personas a llorarle al difunto, “no se hace caso de la sana distancia y generalmente asisten 50 a 100 personas a dar el pésame a la familia, pero no sabemos si alguna de esas personas que vaya acompañe a parientes pueda estar infectada. Por lo que se torna una situación de mucho riesgo. A las funerarias nos representa un riesgo muy fuerte porque tenemos familia y no queremos llevar ese virus a casa”, señaló Ramón Ramirez, gerente de la funeraria “Santa Elena”.
En ese sentido dijo que las autoridades sanitarias y municipales deben establecer una medida para evitar tanta concentración masiva en los velorios, “desde que se levantó la contingencia a la fecha ya hemos tenido servicios, pero ninguno hasta el momento por coronavirus o neumonía atípica; no obstante existe el temor a la concentración masiva, porque difícilmente en una situación así se puede tomar la sana distancia, la gente quiere abrazar al doliente, por ello mejor se les ha recomendado que velen el difunto en casa y hacerle los rezos respectivos, toda vez que en las iglesias tampoco los están recibiendo para su despido, más bien generalmente los sacerdotes van a la casa del difunto para darle la ultima bendición“.
Por ello dijo, “nosotros hemos recomendado a los familiares que estén dispersos, de igual manera que haya la menor cantidad de gente o incluso el menor tiempo que puedan velar a su familiar, para que no estén en contacto con otras personas que pudieran estar infectadas de este virus; ante el COVID-19 estimamos incrementen las cremaciones, pero estamos en espera de la información que nos proporcione salubridad o el ayuntamiento para que nos indique si también podremos ofrecer el servicio de inhumación o sólo de cremación, en caso de muerte por coronavirus”.
Finalmente dijo que en Zamora de cada 10 personas que fallecen, un 40% se creman y el 60% optan por la inhumación. Esta última implica un costo de 3 mil 200 pesos, similar al de una cremación, “la gente cree que el primero es más económico, pero es casi el mismo precio, ya que la cremación implica gastos en gas, pago de personal, mantenimiento de los hornos. Más o menos una cremación en el panteón nuevo o Resurrección es desde 1 mil 800 en tierra o casi 3 mil pesos en bóveda. Por lo que el precio es casi similar”.