Ramón Aquino
De nueva cuenta el estado de Michoacán intenta ser secuestrado por grupos del PRD que no ven más allá de la miseria de sus intereses. Con plantones y estrangulamientos viales un grupo simpatizante de la pasada administración ha salido a la calle a protestar por lo que ellos consideran “un atentado a la educación” y que en el imaginario colectivo de ese grupo se concreta con la desaparición del sub sistema de telebachillerato.
Nada más falso que esa posición. El Gobierno estatal ha dicho, en torno a la posibilidad del cierre del sub sistema referido, que la educación de nuestros niños y jóvenes es una prioridad.
Por ello, tiene como objetivo recuperar la rectoría y mejorar la calidad en este importante sector de la vida social. En pocas palabras: no se pretende cerrar el tele bachillerato, sólo hacer una reestructura. Una reestructura que no implica mayor riesgo que algunos líderes caciques se queden sin su coto de poder.
Y curiosamente, y vale la pena resaltarlo, esa reestructura que se pretende no conviene a varios de los emisarios de la administración de Leonel Godoy, encabezados por Oscar William Márquez Barbosa quien fuera director de ese sub sistema educativo, en donde creó intereses y trató de mantenerse en el puesto, contra lo que fuera.
Oscar William Márquez Barbosa, con nexos que apuntan hacia Rogelio Sosa Pulido, quien fuera sub secretario de educación media y superior, y esposo –para qué quiere más- de Fabiola Alanís Sámano, ex líder del PRD en el estado y actual cabeza visible de la asociación política Morena en Michoacán, quienes han comenzado a hacer de este movimiento, una empresa particular, con los dividendos políticos que le reditúa el control de ese sub sistema de educación.
Hay que recordar, que casualmente la movilización en contra del imaginario cierre de los Telebachilleratos en la entidad, se presenta justo en los momentos definitorios para la renegociación de la deuda pública, cuando en el seno del Congreso Local se habrá de ventilar públicamente la forma en que se endeudó el gobierno estatal en el periodo del perredista Leonel Godoy Rangel, cosa que no se quiere señalar, sino mantener casi en silencio, sin debate.
La cortina de humo, que se pretende crear por los seguidores de Leonel Godoy, para cubrirle la espalda a la administración que ha hipotecado el futuro de los michoacanos, se comenzó a tender por parte de Oscar William Márquez Barbosa, desde el 13 de agosto, cuando se anunció como un hecho que se cerraría el sub sistema de Tele bachillerato, cuando en realidad lo único que se buscaba hacer es racionalizar los recursos de este sistema y garantizar su viabilidad técnica, educativa y financiera a largo plazo, anunciándose oficialmente que el Telebachillerato está en un proceso de restructuración, de acuerdo a la declaración de Teresa Herrera Guido, titular de la SEE, que fue emitida el 16 de agosto.
Alentados por sus propios intereses, los seguidores de Oscar William Márquez Barbosa, previendo que en la agenda pública del gobierno estatal se seguiría tocando el tema de la deuda, el día 30 de agosto se inició la movilización con una marcha por el centro de la ciudad de Morelia. El día 31 de agosto, los manifestantes se plantaron frente al Congreso Local, para exigir que no desaparezca el subsistema.
El día 1 de Septiembre, los engañados alumnos y padres de familia que fueron convocados por la dirigencia del movimiento cierran carreteras y toman casetas de peaje entre Morelia y Uruapan. El día 3 de Septiembre se acuerda un diálogo entre manifestantes y gobierno estatal, el que trata de demostrar que no se cerrará el sub sistema de Tele bachillerato. Pero los manifestantes siguen con oídos sordos.
Al volverse a tocar el tema de la deuda pública, en varios de los medios locales, pese a estar en etapa de diálogo para la solución del conflicto de los tele bachilleratos, de nueva cuenta, ayer lunes 24 de septiembre, el movimiento se inflama y se asfixia la circulación vial de Morelia, cerrando las salidas a Quiroga, Salamanca y Pátzcuaro y en distintas regiones de la entidad, como en Zamora.
Sin duda que el gobierno estatal debe actuar, debe poner en su lugar a quienes no ven más interés en sus acciones públicas y sociales que los propios intereses que los agobian y los ciegan, intereses que los llevan a tomar como rehén a todo un estado, en aras de saciar la miseria que les mueve.