-La Sierra y la Cañada de los 11 pueblos donde más se agudiza el problema
Elena Rojas, Zamora
“Michoacán se encuentra por arriba de la media nacional en el consumo de alcohol. En la República Mexicana es de los 10 estados con mayor consumo. Mientras que a nivel nacional la media es arriba del 7 por ciento, en esta entidad rebasa al 9 por ciento de la población, sobre todo entre 14 a 30 años de edad que son los que más consumen esta sustancia y lamentablemente cada vez en edades más tempranas.
Además más de 18 por ciento de la población en Michoacán ya tiene un problema por el abuso de esta sustancia”, señaló Francisco Gil Cerda, director del Centro de Integración Juvenil (CIJ).
Dijo que esta problemática se agudiza principalmente en zonas como la Sierra y los pueblos indígenas (la Cañada de los 11 pueblos).
Indicó que desafortunadamente la mujer también se ve inmersa en este problema, “por cada dos hombres consumidores en las comunidades, hay una mujer que también lo hace”.
“Desgraciadamente las festividades de fin de año son muy asociadas al consumo y abuso del alcohol, lo que sin duda representa un riesgo tanto para la salud como en cuestión de accidentes”.
Lamentó que muchas de las veces en estas festividades los niños comienzan a experimentar el consumo de alcohol. Por ello dijo que previo al periodo vacacional estuvieron garantizando en las instituciones educativas (secundaria y preparatoria), charlas informativas sobre los efectos del consumo de alcohol, como una manera de fomentar la prevención.
“Incentivamos a los jóvenes a que la moderación y el consumo responsable del alcohol sea una de las prioridades sobre todo en los periodos vacacionales. Hemos buscado que ellos entiendan el problema del consumo explosivo de alcohol, que identifiquen claramente que una o dos copas menos puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, puede haber menos riñas y además la economía se ve reflejada en ellos”, señaló.
Finalmente enumeró las principales afectaciones que genera el consumo de alcohol, “perder la capacidad de juicio y de alerta ante los peligros, pérdida de visión, inconsciencia, perdida económica y daños a la salud (problemas renales, cirrosis, riesgos a infartos, entre otros”.