-Lo atribuye a bajo nivel educativo
Elena Rojas, Jacona
“El gran problema de México es que no hay ciudadanía. Hay pueblo. Y eso tiene que ver con el bajo nivel educativo. Los mexicanos tenemos una mentalidad de súbditos, no de ciudadanos. Esto tiene su origen de que venimos arrastrando aun una mentalidad monárquica. Hay una enorme diferencia a ser súbdito en una monarquía y a ser ciudadano en una democracia”, señaló Armando González Escoto, director de medios y publicaciones de la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA).
Explicó, “México nació hace 5 siglos y los primeros 300 años vivió identificado con un sistema monárquico. La sociedad se identificó plenamente con una monarquía. El origen divino de la monarquía es Dios, quien elige a los reyes y no la gente, el rey es inviolable en su persona, el rey es el juez de todos, a quien nadie puede juzgar, el rey es la fuente de todo poder, el rey es el señor de su reino”.
Se cuestionó: “¿cuántos políticos mexicanos actualmente actúan así, como una herencia de la mentalidad monárquica? Por lo tanto, el rey es el dador de todo bien, el rey es el referendo absoluto, el rey se perpetúa en su descendencia. Esa es la monarquía que vivió México durante 3 siglos y toda la gente estaba de acuerdo y actuaba en consecuencia, como se debe actuar ante una monarquía”.
Añadió, “una monarquía supone una mentalidad de súbditos, estar sujetos. El súbdito no critica las decisiones o la actuación del poder. El súbdito se somete pasivamente a la realidad. El súbdito no participa de la vida política del reino”.
Agregó, ““El súbdito no critica, no opina, no cuestiona, no exige, no participa. Se somete permanentemente. Eso conviene en una monarquía. El rey está feliz porque el pueblo hace lo que él decide. El rey es el que legisla, ejecuta, preside”.
El también presbítero detalló, “en una monarquía cuando el rey falla, la gente dice sea por Dios y cuando el rey acierta la gente dice Bendito sea Dios y punto. Son súbditos, no pueden reaccionar, ni actuar”.
Añadió, “tenemos que preguntarnos que hizo el gobierno mexicano, una vez que nace en 1823, una vez que nace el estado mexicano, ¿qué ha hecho en 200 años para modificar la mentalidad social y que deje de ser una mentalidad de súbdito y se convierta en una mentalidad de ciudadano? Ante los resultados podemos decir que no ha hecho nada”.
Expresó, “a los gobernantes no les conviene que la sociedad deje de ser súbdita y se convierta en ciudadanía”. Citó como ejemplo de desarrollo económico y social a Japón, que en 1868 era un país medieval. Y en 30 años se convirtió en una potencia mundial, “para salir de la edad media y convertirse en potencia mundial, que en 1905 derrotó a Rusia que era una potencia europea, Japón, siendo monarquía construyó una sociedad participativa, desde la educación y el compromiso ciudadano y así se convirtió en potencia mundial”.
Mencionó, “en 1876 México entró en una era de paz “la paz porfiriana”. El porfiriato logró grandes cosas, pero no le apostó nada a modificar la mentalidad social, porque una mentalidad de súbdito convenía a una dictadura. Por lo tanto, todos los logros del porfiriano que fueron muchos en cuanto cayó Porfirio Díaz, se perdieron, porque no había una sociedad que los respaldara, que les diera continuidad”.
“Por tanto estamos ante un escenario que se repite una y otra vez de manera fatal. No damos el paso que nos convierta en un país donde haya igualdades para todos y donde se genere un progreso real, seguimos siendo un país de increíbles contrastes. Michoacán tiene una gran riqueza en la fertilidad de sus tierras, pero lamentablemente siguen existiendo polos de pobreza en sus pueblos”, resaltó.
¿Cuánto tiempo más debe permanecer la gente viviendo en esas condiciones, mientras no se modifique la mentalidad social se reproduce el sistema político donde la mentalidad es monárquica, es de súbditos, donde la mentalidad de la sociedad no parece tener opción, no cuenta y por lo tanto se reproducen estas situaciones que están dañando de manera sustantiva a nuestro país”, subrayó.
Finalmente dijo, “la esencia de nuestro problema está en la ausencia de ciudadanía”. Así lo expresó al hacer un análisis sobre la aproximación al sistema político mexicano en el marco de la ponencia “la sucesión presidencial del 2018 en México” que llevó a cabo en el auditorio de UNIVA el pasado viernes.
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