En módulo de riego N° 3 al producto le tienen que incrementar químicos para evitar gérmenes, lo que pone en riesgo a consumidores locales
Elena Rojas, Zamora
De las 750 hectárea de fresa establecidas en los municipios de Zamora, Chavinda e Ixtlán, 500 de estas se riegan con un total de 30 pozos profundos, es decir, con agua del subsuelo de manantial purificada. El resto, 250, lo hacen con agua del Rio Duero, el cual enfrenta un grave problema de contaminación desde hace varios años, debido a la falta de plantas de tratamiento en los 13 municipios que abarca esta cuenca, a excepción d Zamora, lamentó Francisco García Pacheco, presidente del Módulo de Riego N° 3, lo anterior en el marco del dia internacional de la cobertura sanitaria universal.
Además este afluente recibe todas las descargas de aguas residuales de las ciudades como Chilchota, Tangancícuaro, Chavinda, Santiago Tangamandapio, Jacona, Ixtlán, entre otros. Reiteró que Zamora es la única que cuenta con planta tratadora, pero no abastece las suficientes colonias. Por lo que ya se requiere una más.
Debido a la contaminación que enfrenta el rio Duero, los productores que irrigan su cultivo con este afluente utilizan un sistema de goteo para dotar de agua al producto, en el cual colocan gran cantidad de químicos para tratar de matar los gérmenes del agua contaminada y evitar plagas en la fresa, lo que pone en riesgo a los consumidores locales con enfermedades gastrointestinales o, peor aún, cáncer. Toda vez que esta fruta es para consumo local. En contraste, la que se riega con agua limpia de pozo profundo se exporta, principalmente a Estados Unidos, ante las exigencias que exige su ley de inocuidad.
“La falta de saneamiento del rio Duero ha sido un tema constante entre los agricultores. Ya se tuvieron reuniones con el diputado federal Feliciano Flores Anguiano, presidente de la comisión recursos hidráulicos en la cámara de diputados, quien afortunadamente ya logró un recurso federal de 100 millones de pesos para empezar el saneamiento de las aguas, con un proyecto de una planta tratadora que se instalará en la parte alta de Chilchota, que es donde da inició este afluente”.
Comentó finalmente que los productores siempre se han empeñado en brindar al consumidor un producto inocuo. De ahí que, dijo, todas las 750 hectáreas de este módulo de riego cuentan con su área de inocuidad. Se trata de un espacio de baños, regaderas y lavamanos para que los jornaleros y los que cosechan el producto lo hagan apegados a las exigencias sanitarias, es decir de una manera higiénica, “actualmente estos módulos de inocuidad están en condiciones óptimas. Los productores siempre nos hemos preocupado por esos aspectos de la sanidad pues nos interesa comercializar el producto y que se reactive la economía local, pues yéndole bien al campo, nos va bien a todos”.