José Guerra, Jiquilpan
A juicio del investigador del Colegio de Michoacán (Colmich) Álvaro Ochoa Serrano, resulta de vital importancia la convocatoria para integrar debidamente en Jiquilpan el Consejo Municipal de la Crónica.
“He insistido, lo hice mediante escritos a las administraciones municipales en turno antes del 2010 con la intención de integrar un buen consejo de la crómica en el que participara gente que ha escrito o que tienen preocupaciones en torno a ciertas esferas de Jiquilpan”.
El consejo, señaló, debería estar integrado por historiadores, arquitectos, ingenieros y egresados politécnicos y aquellos que pudieran aportar a conservar la memoria colectiva de la localidad de Jiquilpan: “Hubiera sido una oportunidad de rescatar el trazo urbano de la ciudad y rescatar la nomenclatura de las calles porque hay nombres que no han tenido justicia”.
Pese a que los escritos enviados a las anteriores administraciones municipales fueron firmados de recibido el Consejo jamás fue integrado, señaló que en este tema se ha dejado de lado trabajos de rescate como el emprendido por el fallecido comerciante Alejandro Gálvez Arceo quien durante años llevó de manera no oficial del acontecer jiquilpense logrando incluso una complicación de fotografías de la cotidianeidad de esta región y cuya labor nunca fue tomada en cuenta de manera oficial.