José Luis Ceja Guerra, Sahuayo
Luego de la sequía registrada durante este año el presidente del módulo de Riego La Palma, Roberto Sánchez Villanueva señaló que con la liberación de los riegos de auxilio se pudieron rescatar cerca de mil de las casi 6 mil hectáreas que se encontraban en riesgo aunque, agregó, las presas de Jaripo y San Antonio apenas si lograron almacenar el 20 por ciento de su capacidad.
Este bajo volumen, señaló, obligará a que en los ejidos de Emiliano Zapata, Totolán, Los Remedios, Jiquilpan y La Yerbabuena prácticamente no se establezcan cultivos en el ciclo Otoño-Invierno y que los que se establezcan sean aquellos que requieren sólo de un riego como garbanzo o cártamo.
“Son muchas las hectáreas que están siniestradas, ya se hizo el reporte ante SAGARPA (Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación) por medio de los comisariados ejidales para ver qué respuesta nos da el Gobierno Federal”.
Los siniestros a causa de sequía que fueron registrados y la falta de garantía de líquido para el próximo ciclo agrícola ocasionará un quebranto en la economía de cientos de productores quienes tendrán que disminuir la contratación de mano de obra, señaló el entrevistado toda vez que, de acuerdo a sus estimaciones, lo máximo que se podría sembrar sería de treinta hectáreas en cada uno de los ejidos afectados.
Aún si se establecieran cultivos, dijo el representante de casi 7 mil productores de esta región, éstos tendrán que ser condicionados ya que el escaso almacenamiento de agua en los embalse de Jaripo y San Antonio sólo permitiría cultivos de baja demanda de agua como garbanzo y cártamo, siembras que no son del todo del agrado de los productores debido al alto costo de inversión y al escaso margen de ganancia que se percibe.