– Desde la asociación civil “Girasoles” buscan hacer conciencia entre la sociedad para contrarrestar el padecimiento.
Elena Rojas, Zamora
La leucemia es el cáncer más frecuente en la población infantil, la capacidad para hacer el diagnostico se incrementó, la tecnología avanza, pero al mismo tiempo los factores oncogénicos predisponentes se dispararon, por lo que en la actualidad se tienen más niños con esta patología.
Señaló el Dr. Ramiro Espinoza Zamora, integrante del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), asistente al evento de recaudación de la asociación civil “Girasoles” realizado el pasado viernes, agregó que el cáncer señalado es muy sensible porque se trata de menores, “pero afortunado porque en la actualidad los tratamientos son cada vez más eficaces con promesas curativas a corto y mediano plazo, que permiten la sobrevida del paciente».
Consideró que movimientos como el de “Girasoles y de la Asociación Mexicana de Apoyo a Niños con Cáncer (AMANC) son muy loables, “porque ayudan a este sector tan vulnerable que padece la enfermedad, la cual hace años era mortal, hoy gracias al diagnóstico oportuno, la tecnología, el acceso a medicamentos y personal profesional, se genera una mejor calidad de vida para los pacientes y su familia, esto es una gran bendición. El cáncer es curable y tratable si se diagnostica a tiempo».
En evento realizado en conocida quinta de la calzada Zamora – Jacona se dieron cita autoridades de diversos niveles, del gobierno estatal, local, legisladores, así como representantes de sectores sociales tanto del clero, instituciones de salud y población civil quienes unen esfuerzos en favor de los niños con cáncer.
Esta convocatoria hecha por la Asociación Civil “Girasoles”, que recauda recursos en aras de mejorar la calidad de vida de estos pequeños, fue en el marco del día internacional del cáncer infantil (15 de febrero) y encabezada por su coordinadora general, Mary Carmen Flores.
Entre los invitados, Jesús Reyna García, ex gobernador de Michoacán, dijo que es un deber moral que tenemos todos los ciudadanos de aportar a causas tan nobles, como esta, «queremos niños sanos para que logren convertirse en ciudadanos útiles a la sociedad. Lamentablemente el cáncer es una enfermedad no bien atendida por las instituciones oficiales, por tanto, cualquier esfuerzo de la sociedad es significativo y necesario».
Carlos Torres Piña, secretario de gobierno del estado, expresó, «cuando se trata de temas tan complejos como lo es el cáncer, lo menos que podemos hacer como autoridades es solidarizarnos y ayudar. El pasado miércoles se hizo un anuncio por parte del gobierno estatal donde se ratifica el programa de apoyo a familias cuidadoras de algún familiar que tenga cáncer desde recién nacidos hasta los 17 años con 11 meses. Este año los diputados locales nos autorizaron 19 millones de pesos para dicho programa».
Ivonne Pantoja Abascal, diputada local, puntualizó que en el Congreso del Estado no hay colores cuando se trata de apoyar a los niños con cáncer, «queremos que tengan buenos tratamientos, sumarnos, tanto la sociedad civil, como los distintos niveles de gobierno, para seguir fortaleciendo a instituciones como AMANC y a asociaciones como Girasoles».
Por su parte, Carlos Soto Delgado, presidente de Zamora, indicó que el cuidado de la salud es tarea de todos, «debemos respaldar a estas asociaciones. Si un gobierno piensa que las cosas las puede hacer solo, está muy equivocado, necesitamos caminar los tres órdenes de gobierno de manera coordinada para hacer que las cosas buenas sucedan».
Jaime Ramírez Oregel, director de salud de Zamora, dijo que por tratarse de una región agrícola está creciendo de manera exponencial el cáncer, «por ello aplaudo el trabajo de estas asociaciones que permiten apoyar a un mayor número de niños. Siempre la suma de voluntades nos dará mejores resultados».
Miguel Amezcua, subdelegado del IMSS en Zamora, mencionó que «el acto más humano y sensible que podemos tener las personas es mostrarnos solidarios con estas causas tan nobles».
Finalmente, Javier Navarro, Obispo, subrayó que «la enfermedad es una experiencia humana, la salud que requiere el enfermo debe ser una respuesta solidaria, no sólo del familiar, sino de todos. Como Iglesia sabemos que no todo es medicamento, ni consulta profesional, la parte espiritual cuenta mucho».