-Puntualiza Javier Lozano Barragán en vista a Zamora
-Iglesia Católica interesada en recuperar su identidad saludable y pacífica
-60 por ciento de jóvenes quiere ser narcotraficante, según resultados de encuesta
Oscar De La Rosa, Zamora
“Lastima profundamente lo que ocurre en Zamora, con relación a la inseguridad, porque este era un municipio levítico, piadoso, bueno y ahora es de drogas y violencia. Lo que nos interesa como iglesia católica es que esta tierra recupere su identidad saludable, construida y no destruida”, puntualizó el cardenal zamorano, Javier Lozano Barragán, durante su estancia vacacional en esta localidad.
Consideró que los zamoranos no deben caer en un estado de ánimo pesimista, tras los sucesos ocurridos en el municipio por la disputa entre grupos delincuenciales, por lo que opinó que debe adoptarse únicamente aquello que construya y no lo que destruya en la intención de tener un ambiente de vida pacífico.
“Desgraciadamente estos grupos destruyen. Podría decirse que es entre ellos, pero el problema es que sucede aquí en Zamora. Se han dejado arrastrar por el dinero y ello genera consecuencias lamentables; el único camino es que se puedan convertir y recuerden que el amor debe predominar ante todo, para reconstruir a la sociedad”, dijo.
Subrayó que otro punto negativo es que el 60 por ciento de jóvenes estudiantes de secundaria y preparatoria quiere ser narcotraficante, de acuerdo a los resultados que surgieron de una encuesta aplicada en diferentes planteles educativos durante el año pasado, para verificar la formación e intereses de los estudiantes.
Mencionó que la distorsión en el tejido social proviene desde la familia, porque enfatizó que los padres tienen mucha responsabilidad en esa parte, tras considerar que el resultado del diagnóstico es una alarma y una desgracia que debe poner a reflexionar a los progenitores sobre el papel que juegan en casa y no dejarle esa responsabilidad únicamente a los profesores.
“Hago un llamado para que se eduque en los verdaderos valores. La educación no debe quedarse únicamente en cuestiones superficiales y materiales; como Iglesia Católica hemos procurado contribuir con esta labor a través de la aplicación de los mandamientos que tenemos como principios”, dijo.
Concluyó al decir que es necesario que cada uno de los actores involucrados genere su propio esfuerzo y que no deje a la deriva el tema de la formación de valores en cada uno de los jóvenes zamoranos, ya que de lo contrario se expone la unión y cordialidad que debe prevalecer en el ambiente de la sociedad zamorana.
Numeraria
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