–La más frecuente es la tipo carencial
Elena Rojas, Zamora
Hasta un 30 por ciento de la población pediátrica (recién nacidos hasta adolescentes de 18 años) presenta algún tipo de anemia. La más frecuente es la carencial, por deficiencia de hierro, ácido fólico y complejo B, señaló Misael Herrejón Carmona, jefe del servicio de oncología y hematología pediátrica en el Hospital infantil de Morelia.
Indicó que en menores de un año la incidencia es del 50 por ciento, “1 de cada 2 pacientes menores de un año puede padecer algún tipo de anemia. Esta es conocida en la medicina como anemia fisiológica o transitoria. Es por eso que por ley la puesta de hierro en las fórmulas lácteas está aceptada. También por ello hoy en día se han favorecido las terapias alimentarias a base del seno materno por más tiempo de lo que se hacía en otra época”.
Agregó que cuando la lactancia materna se pasa en el tiempo específico, también puede generar algún tipo de anemia, “pero por deficiencia de lo que debería de recibir en cuanto a sustrato y no por el hecho de que la leche materna sea mala”.
Dijo que se puede prevenir la anemia carencial con “una buena nutrición, buena alimentación, con buenos esquemas de seguimientos en cuanto a técnicas educacionales, evitar la administración de alimentos conocidos como desplazadores, como los yoghurts, yakults, los caldos, las gelatinas. Es decir, si se quiere evitar la marca, hay que evitar los alimentos que son ricos en calorías vacías, calorías sin fondo de esas que sirven para dar mucha energía, pero que no sirven para crecimiento, almacenaje, generación de proteínas”.
Añadió que el incremento del consumo de comida chatarra propicia sin duda que la situación se agrave, “la anemia es un padecimiento que se puede generar por muchos factores. A veces puede haber una falsa creencia de que todo tiene que ver con aspectos nutricionales, cuando en realidad no es así, son múltiples las causas; entre ellas: las deficiencias de hierro, de polatos, de complejo B 12”.
Asimismo las de tipo inmunológico, es decir, “el paciente empieza a destruir sangre en automático por parte de su sistema inmunológico y por consecuencia las células que tendrían que defender a este paciente”.
Agregó “también hay un tipo de anemia que son transmitidas por medio de la genética. Hay algunos tipos de anemias que pueden ser secundarias a la ingesta de fármacos las cuales van y lesionan a la medula ósea, que es donde se produce la sangre. Por tanto hablar de anemias es un contexto gigantesco de posibilidades en el diagnóstico y lo que necesita el médico es ser muy metódico, para poder llegar a una estimación certera, correcta”.
Reiteró “afortunadamente la anemia más frecuente es la de tipo carencial, por el aspecto de que es una anemia potencialmente curable. Prácticamente cuando es solamente por deficiencia de alimento, de aporte nutricional, es un paciente que le va a ir bien. Hay una falsa creencia de que las anemias producen leucemia. De hecho en nuestra población está muy arraigado este tema. Que una anemia mal cuidada puede padecer una leucemia, lo cual es una mentira, pero las leucemias si producen anemia”, finalizó.
Numeraria
3 de cada 10 niños padecen leucemia carencial