Oscar De La Rosa, Chilchota
“Los métodos tradicionales como el horno a la leña, la aplicación de insumos y la receta secreta de nuestros ancestros, hacen que el pan de Chilchota sea distinto a otros que generalmente consume la gente. Es un icono y una tradición entre los paladares de mucha gente que acompaña lo que producimos con una buena tasa de café, te o chocolate “, puntualizó Jorge Acuña, uno de los miembros de la panadería La Favorita de esta localidad, con más de 35 años de servicio heredada por sus antecesores.
Las peinetas (rellenas de azúcar), los picones, hojarascas, rosquillas de sal, empanadas y las cemas son lo más solicitado por las personas que llegan por el pan, a un costado del ojo de agua de Chilchota, para rematar el toque mágico ofrecido por parte de la gastronomía de ese municipio que es agradable al olfato, gusto, vista y tacto.
El pan de Chillchota ha provocado que gente de Estados Unidos, Guanajuato, Zacapu, Zamora y demás municipios que circundan, acudan al menos cada semana o quince días a comprar pan horneado por el fuego generado por la leña que le da un toque especial cuando se encuentra en el proceso de cocido.
“No hay una temperatura específica para hornear el pan. Lo que si podemos decir con certeza es que debe tomar una coloración que nos indica que el producto está listo para el consumo y con lo caliente y suave que se requiere para pasar al paladar porque nos gusta hacer algo que la gente disfrute”, dijo.
Finalmente agregó que el pan de Chilchota debe ser considerado como un ícono no sólo en la localidad, sino también para el país porque en ningún lugar se realiza el producto con el toque mágico que ofrece la masa y la harina con huevo combinada para mantenerse entre la preferencia de mucha gente que a diario lo solicita.