-Mayoría de feligreses asistentes son adultos mayores, sector de alto riesgo de contagio
Elena Rojas, Zamora
“Los jóvenes ya no quieren poner un pie en el templo, predomina su ausencia en las misas, ven a los mandamientos como una “camisa de fuerza” que los obliga a llevar una conducta, cuando no es así, son normas para que vivamos en paz con nosotros mismos y con quienes nos rodean, situación que se acrecentó con la pandemia”, señaló Alfonso Verduzco Pardo, sacerdote de la iglesia de San Francisco
“Me da la impresión de que los jóvenes están caminando a pasos agigantados hacia el paganismo y ateísmo, no quieren apegarse a los mandamientos de la ley de Dios que los induzcan a llevar una vida ordenada, más bien prefieren el reventón: ponerse borrachos, drogarse y practicar el sexo”, resaltó.
Dijo, “y es que los jóvenes ya no quieren ir a misa debido a la falta de una educación cristiana. Son pocos los padres de familia que les inculcan la fe y los valores cristianos”.
Indicó que a la iglesia de San Francisco le caben de 250 a 300 fieles, sin embargo, en esta nueva normalidad están asistiendo alrededor de 50 feligreses, 1 de cada 10 es joven, “por lo que en su mayoría son adultos mayores (sector de los de mayor riesgo de contagio de COVID), no obstante, están cumpliendo con todas las medidas sanitarias para evitar el contagio”.
Explicó que la famosa “paz del Señor” ya no se da como antes, con el tradicional saludo de mano, “ahora es espiritual con un saludo lejano fraterno, de igual forma cambio la comunión, cada comulgante coge la ostia”.
Subrayó que hasta el momento no hay rumores o confirmación acerca de que vayan a cerrar nuevamente los templos por la contingencia, “me parece una estupidez que se cierren nuevamente los templos”.
Hoy más que nunca, puntualizó, es cuando deben permanecer abiertos, “para pedirle a Dios que se apiade de nosotros, como aconteció cuando fue lo del cólera en 1850, cuando de los 13 mil habitantes que había en Zamora murieron casi mil”.
“Sin embargo, la gente se unió a pedirle a Dios, con la intercepción de la Virgen de la Inmaculada, que nos liberara de esa epidemia. Por eso el 8 de diciembre en la iglesia parroquial se conmemora el dia de que la santísima liberó al pueblo de ese mal”, finalizó.