“Dios hizo hombres y mujeres completos, no a medias “: Fernando Quevedo, Vicario
-El matrimonio debe estar abierto a la vida
Elena Rojas, Zamora
Jamás se podrá concebir como un matrimonio la unión entre personas del mismo sexo. No podrá ser un matrimonio por varias razones: el matrimonio tiene que estar abierto a la vida, la propia raíz de la palabra proviene de “matriz”, donde el pleno sentido de la misma señala el derecho legítimo de una mujer para ser la procreadora de los hijos de un varón.
Por tanto cuando dos personas del mismo sexo se unen, no se le puede dar el rango de matrimonio, más bien se trata de un contrato social, pero no un matrimonio, porque no cumple con el sentido de apertura plena a la vida, ya que la vida no surge de 2 personas del mismo sexo.
Así lo señaló Fernando Quevedo Sánchez, vicario de la parroquia de la Purísima quien indicó que si bien las personas del mismo sexo que desean casarse tienen todo el derecho y la libertad de hacerlo ante un juez, porque ahora la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo avala, esto no implica que la Iglesia católica esté abierta a celebrar tales uniones, toda vez que no cumple con el sentido real del matrimonio establecido por Dios.
Indicó “la Iglesia católica cree en un Dios perfecto y como tal creó hombres y mujeres completos no a medias. El creador no se pudo haber equivocado al crear seres a medias o disfrazar a un hombre de mujer o viceversa. Al pensar así se caería en la errónea idea de que Dios se equivoca y no es así, nos hizo completos”.
Mencionó “hay muchas personas que se acercan a la iglesia a platicar desde la consciencia. Cuando un hombre llega a decir me siento muy bien con mi amigo, o mujer con su amiga, un párroco de una iglesia le llega a decir que bueno que creas en la amistad verdadera; en cambio algunas personas tratan de confundirlos diciendo: deberías darte la oportunidad, eres gay sal de ti”.
En ese sentido dijo que el ambiente en el que nos estamos desenvolviendo como sociedad va propiciando que haya tanta diversidad sexual “antes solo se hablaba de hombre y mujer y punto”.
Y es que lamento que el gobierno en los que menos invierte es en la protección y cuidado de la familia, “hacen falta políticas públicas que fortalezcan el tejidos social, que den atención y cuidado a todos los miembros de la familia. Los derechos humanos velan por los derechos de los homosexuales, la libertad, la paz, vivienda, trabajo, etc.; pero lamentablemente no están velando por el derecho al aborto y la eutanasia “si antes que todos los derechos no luchamos por el derecho a la vida, los demás derechos no tienen sentido, si no privilegiamos el derecho a la vida”.
Explicó que el matrimonio civil implica tanto derechos como obligaciones para los contrayentes a efecto de brindar seguridad a los mismos y una vez aprobado esto, el siguiente paso será la lucha por la adopción homosexual, “la paternidad o maternidad es un don, no una conquista personal y la atención fundamental debería estar en la familia,”, insistió.
Sostuvo finalmente que la Iglesia jamás estará de acuerdo en celebrar uniones entre personas del mismo sexo, no obstante jamás se le negarían los sacramentos a un pequeño que fuera adoptado por una pareja homosexual.
Numeraria
16 años o más debe tener una persona que desee ser padrino de un bautizo