Para el presidente de la Liga Regional de Beisbol de Zamora, Anastacio tachoPuga, el juego del domingo por el campeonato de arranque de año entre Cardenales y Diamantes, fue digno de dos grandes equipos, “se vio un gran juego de pelota, no sólo en este, sino en los anteriores dos compromisos, el primero vino La Piedad y se lo llevó, mientras que el segundo, allá, Cardenales lo ganó a pulso”, comentó el directivo.
“Los dos planteles ofrecieron su mejor beisbol y eso le dio para que los aficionados festejaran, por un lado el campeonato y por el otro, el esfuerzo de sus peloteros”, completó.
Sobre el ampayeo que por momentos titubeo para ambos lados, el también lanzador de Rojos de Jacona Tacho Puga, aseguró “fue bueno, creo que aveces se cometen errores pero así es este deporte, también en el beisbol suele suceder”.
El presidente de la Liga Regional de Beisbol de Zamora felicitó a los dos equipos por su entrega en esta batalla que brindaron el domingo en el diamante Luis Méndez Victoria de en Ario de Rayón ante unas 800 personas que abarrotaron las tribunas del parque local.
“La Piedad tiene un gran equipo, pero no se le da ser campeón, ha llegado varias veces pero no, aun no es su tiempo, tiene mucho que enseñar a peloteros zamoranos, es valiosa su participación en nuestra liga”, recalcó
Durante la entrevista con EL INDEPENDIENTE llamó a Toño Ascencio, manager de Diamantes para felicitarlo por haber perdido con la cara en alto como sólo lo hacen los grandes equipos.
La otra cara de la moneda
Al finalizar el juego en el dogaut Diamantino, era visible ver la tristeza que deja el perder un juego de campeonato, y lo peor, por que es la quinta final en la que no se pueden levantar con el trofeo de primer lugar, en esta liga zamorana. Aun cuando cayeron con la frente en alto, los peloteros de Diamantes solo veían cómo sus rivales festejaban una corona más en la liga.
De todo en la gran final
Desde porras para ambos equipos, hasta reclamos para el ampayer, la gran final de campeonato de la Liga Regional de Beisbol Zamora fue lo que ofreció a sus aficionados. Sin duda alguna quienes se llevaron la tarde fueron los ampayers, que si fueron requeridos no sólo por los peloteros (que a su juicio se equivocaron en algunas jugadas).
Al final, hubo un campeón en Cardenales de Ario y todo se olvidó, hasta que querían cambiar de ampayer en la última entrada.