-Artista zamorano cuyas piezas son en tamaño real, duran cientos de años
Elena Rojas, Zamora
A través del arte de la escultura en diversos materiales, que van desde madera, fierro, cemento y cantera, Francisco Ruíz Armas inmortaliza a los seres humanos a través del arte de la escultura. Sus piezas son tan realistas no sólo en el tamaño, sino en las facciones y en los rasgos de quien se inspira. Así ha dado vida a diversos personajes de la vida cotidiana y famosos que quedan para la posterioridad, ya que las figuras que esculpe son tan resistentes que tienen una durabilidad de mil a dos mil años.
Ruíz Armas les da la bienvenida a los visitantes a su taller, ubicado en Avenida Michoacán 126 en los rumbos del Carmen de esta ciudad, con los personajes de la Vecindad del Chavo, así como la Malinche, Cantinflas, El Gorila Bantú, una indígena embarazada y otros personajes, “desde los ocho años de edad descubrí mi pasión por esta actividad artística, nunca fui a una escuela a estudiar arte, además de figura humana, también realizo animales (perros, gorilas, cocodrilos, rinocerontes, etc.)”.
Aseguró que pese a su destreza, son pocos los espacios que se le han brindado para exponer como el mercado del Carmen y en la Plaza. Sin embargo ha tenido proyección en varios medios locales como El Independiente y nacionales.
Reveló que el precio mínimo de una de sus esculturas es de 35 mil pesos, la cual está elaborada con cemento, acetato y arena, en cambio, son más caras aquellas elaboradas con maderas finas (cedro), toda vez que es importado de Brasil, “en la elaboración de un busto tardo 2 meses y cuando se trata de una escultura completa la hago en promedio de 5 a 6 meses, toda vez que es un trabajo muy laborioso y los materiales son caros”.
Dijo que también instruye a niños sobre estas destrezas artísticas, pero ahora con la contingencia tuvo que parar sus clases, “desafortunadamente Zamora no es una ciudad que le interese apostar a la escultura, de ahí que se vean plazas, jardines y glorietas sin ninguna efigie, como en otras ciudades, donde si dignifican los espacios con personajes ilustres. La mayoría de mis clientes son migrantes y extranjeros, tengo piezas en Chicago, Los Ángeles, Centro América, Guatemala y el Salvador”
Concluyó al decir que algo que le piden mucho es esculpir Santos, sobre todo a San Judas, la virgen de Guadalupe o imágenes como la Santa Muerte, “sin embargo no me gusta meterme ni con la religión, ni con cosas satánicas, de plano me niego a elaborarlas. Tengo como satisfacción inmortalizar personajes a través del arte, además me satisface ser abuelo y que digan a mis nietos que soy escultor. De ahí en fuera, no hay dinero que me satisfaga porque los artistas nunca nos hacemos ricos”.