-Y de los existentes, mayoría tienen que doblar turnos y ponen en riesgo su salud
Elena Rojas, Zamora
“En los hospitales de Zamora hay déficit de radiólogos y esa situación ocasiona, para los existentes, que tenemos que doblar turnos, por lo que ponemos en riesgo nuestra salud ya que la jornada laboral se torna pesada, hay acumulación de estrés y además no es bueno exponernos a tanta radiación. Por lo que se requieren más profesionales en esta área para solventar la demanda de la población”.
Señaló Jehieli Montserrat Rojas Hernández, radióloga del ISSSTE, al conmemorarse mañana 8 de noviembre el día mundial del radiólogo, comentó que los pacientes preoperatorios, es decir, a aquellos que se les va a practicar cualquier tipo de cirugía que implique anestesiología, son los que más demandan radiografías.
Pero esto también sucede, dijo, con los que tienen problemas de columna, quienes solicitan un “tele de tórax” para valorar con esta tanto el corazón, el pulmón, las vías respiratorias, los vasos sanguíneos y los huesos de la columna, generalmente se realizan 50 radiografías a la semana en la mayoría de estas arrojan problemas de lumbalgia a consecuencia de factores de riesgo como obesidad y malas posturas”.
Puntualizó que el reto que tienen estos profesionistas es reforzar la autoprotección y concientizar a los pacientes a que toda radiografía que soliciten sea con un estudio clínico debidamente sustentado previamente por el médico.
“Generalmente muchos pacientes solicitan por ocurrencia que les hagamos radiografías extras a las que les solicito el médico, sin embrago con ello arriesgan su salud, ya que una radiación no controlada genera tanto efectos deterministas y estocásticos”, mencionó.
Describió que los primeros son cuando una persona se expone a mucha radiación con lo que puede provocar un cambio genético en sus células o la muerte de estas, “dichos cambios se ven inmediatamente en la persona. Y los estocásticos, dependiendo de la dosis, va cambiando paulatinamente la genética de la célula y eso puede provocar un cáncer: o bien pérdida de vista y alteraciones en el cuerpo humano que impactan en su funcionamiento”.
Por tanto, agregó, el médico determina en base al historial clínico si se necesita o no la radiografía y si es necesario complementar el diagnostico con una tomografía o resonancia. Todo ello en base a una valoración integral que hace el galeno.
Aseguró que, de cada 10 radiografías, 8 si contaron con un diagnostico clínico adecuado, por lo que admitió hay mucha consciencia por parte de los doctores para dar la anuencia de que se practiquen esta herramienta de apoyo al diagnóstico.
O, por el contrario, concluyó, hay pacientes que aun con su historial clínico debidamente sustentado, tienen miedo de que se les practique una radiografía, “creen erróneamente que basta una radiografía para que les de cáncer. Hay mucha ignorancia en el tema, sin embargo, es una cantidad mínima la que se les radia”.