-Ciudadanos con derecho a manifestarse, pero con límites
Elena Rojas, Zamora
“Los expedientes de las instituciones que velan por los derechos humanos son importantes, todos estos documentos son de personas que en su momento sufrieron alguna violación a sus garantías. Por tanto merecen respeto”, señaló Víctor Villanueva Hernández, visitador de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) de la región Zamora, en alusión a lo que en este momento ocurre en la sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en la Ciudad de México.
Villanueva Hernández al externar su opinión respecto a la toma de la CNDH y la destrucción de expedientes de este organismo, por parte de familiares de víctimas, consideró que ante cualquier problemática siempre se debe privilegiar el dialogo, “tanto de la sociedad como de las autoridades, siempre debemos estar abiertos a dialogar”.
Puntualizó que el uso de la fuerza y la violencia debe ser el último de los recursos tanto de la autoridad como de las personas, “los ciudadanos están en todo su derecho de manifestarse y expresarse libremente, nuestra propia Constitución así lo establece, pero también los derechos tienen límites”.
Igualmente, dijo, “cuando se detecta que alguna autoridad tiene algún tipo de error u omisión, hay procedimientos para que se investigue y sancione. Por lo que los servidores públicos deben ejercer su función de manera debida apegados a la legalidad. Estamos en un estado de derecho donde hay leyes, normas e instituciones que deben cumplir con sus atribuciones”.
Subrayó que en su caso siempre está a favor del dialogo, de la comunicación, entre autoridades y ciudadanos, “la mayoría de los asuntos que se presentan en estas instituciones muchas veces son por falta de comunicación. Por lo que es fundamental establecer las mesas de diálogo para analizar cada uno de los casos de los familiares de las victimas que demandan justicia”.
La autoridad también está obligada al máximo de sus capacidades y posibilidades de hacer el esfuerzo para dar solución a estas demandas sociales, finalizó, “considero que esta situación no debilita al organismo, más bien refleja el hartazgo de una sociedad a la que se le tiene una deuda de justicia, ante el incrementó de vulneraciones a los derechos humanos que se viven en el país”.