-Pero hay una línea delgada de vulneración de algunos derechos humanos, derivado de contingencia
Elena Rojas, Zamora
“No debemos asumirnos como victimas de la pandemia, más bien este tipo de situaciones nos deben traer una enseñanza, nos invita a ser personas más conscientes que debemos empezar a ver nuestros errores personales y con la sociedad. Si bien es cierto que puede haber personas que perdieron o pierdan a un ser querido a consecuencia del COVID-19, o se quedaron sin empleo o tienen menos ingresos o están más limitados los inmunodepresivos o hay más restricciones para todos, pero no debemos sentirnos victimas, sino personas que vamos a aprender, a fortalecernos y ser más solidarios y voltearnos a ver como comunidad”.
Señaló lo anterior Carlos Iván Rivera Chávez, titular de la unidad regional Zamora de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV), indicó que el coronavirus lo estamos mirando bajo 3 aristas: el científico como el virus que es; “el religioso como un castigo de Dios y el filosófico como un maestro que nos recuerda que estamos dejando lo esencial, por lo material y que debemos dejarnos de victimizar o de hacernos daño entre nosotros. La ética es la que nos puede ayudar a generar una sociedad más estable y mejor desarrollada. Si nos conducimos con ética vamos a saber que hay algo esencial: que juntos podremos salir delante de esta pandemia que confrontados. Unidos somos más fuertes”.
Admitió que aunque no debemos asumirnos como víctimas, si las hay, toda vez que hay algunas violaciones a los derechos humanos, derivado de esta pandemia,“no me gusta la palabra victima porque es un término delicado, sin embargo, la ley marca que víctima es toda aquella persona física que ha sufrido un menoscabo en sus derechos o ha sido vulnerada en sus derechos humanos por lo que si hay víctimas”.
Finalizó al resaltar aquellas personas que han sido bañadas con cloro en las calles, “agredidas por el simple hecho de ser personal de salud, o aquellas que no han accedido a los servicios de manera oportuna y pronta como lo marca la ley, cuando se les niega la atención en algún sistema de salud, cuando realmente si requiere de hospitalización, entre otras violaciones que si generan víctimas”.