“Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Benito Pablo Juárez García.
Octavio Vega.
Con la venia del Creador, nuevamente ante Usted amable lector que hace posible esta columna. Entro en materia.
Hoy quiero entender la no socialización de la parte profana del templo de la que debió de ser nuestra catedral diocesana y que por conveniencia más que por devoción, hay que decirlo, se convirtiera en el segundo Santuario Guadalupano más importante del país dada su capacidad.
El quitar árboles y bancas parecía una acción desquiciada, ahora toma forma y se nos revela como un plan concebido para ampliar las recepciones en su atrio de feligreses.
Y, como dijese, es y seguirá siendo una “inconclusa” hasta que no logre su objetivo de posesionarse de la manzana completa y la cual “le obstruye” el Centro de Salud”.
Un Centro de Salud, en la que el nuevo titular de la Secretaría del ramo, el médico (no confundamos con Doctor amén de usos y costumbres) Carlos Aranza Doniz, etiqueta como un peligro para los que ahí laboran y la población que recibe su atención médica. De alta peligrosidad, y hay que demolerlo y hacer uno nuevo….(¿?)
El médico, cuyo nombre apareció en un reportaje especial el 14 de mayo del año 2012 con la firma de Marcela Turati, en la Revista Proceso, fue Director del Hospital de Alta Especialidad de Zumpango. Este Hospital reviste un gran interés, ya que fue la obra número 37 que entregará Enrique Peña Nieto siendo gobernador del Edo. Mex., y que fuese construido por el empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, a quien los panistas involucraran y denunciaran por los gastos en transportación para su campaña, del entonces gobernador, en la flotilla aérea propiedad de este señor, señalándolo como el constructor favorito de su sexenio y ganador de la obra de 7 mil millones de pesos de este hospital, entre muchas otras.
Este Hospital fue entregado en obra negra, y el Director, nuestro actual Secretario de Salud, dijo desconocer si la empresa pago una penalización por incumplimiento de contrato… ¿Y la fianza de cumplimiento y de vicios ocultos? – Lo mero “oscuro” no está ahí.
Resulta que este hospital “no es público ni privado”, es como las carreteras; lo construyó un inversionista privado que tiene que recuperar su inversión y que tiene a su cargo 25 de los servicios que aquí se dan. El esquema de pago de consultas (330 pesos en ese entonces) y tratamiento, cuyo precio se valora según el estatus: si se cuenta con Seguro Social o Popular, si se tienen seguros privados o no se tiene seguridad social. Lo que sí es claro es que los contribuyentes pagarán durante un cuarto de siglo 281.5 millones de pesos anuales.
Ahora a cuestionar. Primero. – Es nuestro Centro de Salud, ¿un peligro por estar en una alta zona sísmica? – debería de tener cuidado con esas observaciones, puesto que el vecino Templo Católico se encuentra en el mismo predio y no vaya a asustar y ahuyentar a la feligresía…
Segundo, ¿cuándo el Centro de Salud se construya, si se derriba el actual, y si la sociedad lo permite, ¿será en otro predio y también bajo el mismo esquema del de Zumpango? La gente de la capital y del estado de México, piensan que los michoacanos somos bien “paisítas”… Que somos unos ignorantes, y que ellos son poseedores de la luz.
No es lo mismo pelear contra un grupo de gentes que contra una institución. A la gente se le puede “disuadir”, pero al Clero Católico cuando… Aparte, estamos viendo en acción a la extrema derecha del PRI, al auténtico y fiero capitalismo, con todo su poderío.
Este no es el PRI que yo quiero. Democracia y justicia social es un cuento de chinos. Lo dejo a su reflexión amable lector, y a modo de protesta no “compremos espejitos-lucecitas- del Valle de México ni mucho menos de la Cuenca del Río Lerma, ya que tienen la marca engaño. No sé si conocen de historia y de geografía, lo que sí sé es que lo aparentan. Nos vemos la semana que entra si el Creador lo tiene a bien. Es cuanto.