José Guerra, Jiquilpan
Proyectada como el detonante turístico de esta ciudad la llama Venecia Michoacana está convertida ahora en espacio para lustradores de calzado que fueron reubicados en este lugar a instancias del comité local de Pueblo Mágico.
Durante la administración 2008-2011 se intentó convertir el pasaje que conecta a la calle Fajardo con la Avenida Lázaro Cárdenas en un espacio dedicado a las artes y la recreación mediante el desarrollo de un proyecto que fue bautizado en son de burla como La Venecia de Michoacán por parte de los pobladores de este municipio.
En esencia este proyecto contemplaba la creación de pequeñas isletas al interior del río Jiquilpan a más de construir algunas represas para almacenar y regular el flujo de este río de tal suerte que todo el año tuviera agua; se pretendió también la habilitación de miradores de madera paralelos al borde del río y la colocación de lanchas de pedales para recreación y la siembra de especímenes para la pesca deportiva.
Los trabajos se desarrollaron en gran medida sin embargo la primer corriente del temporal de lluvias devastó lo realizado por lo que se abandonó este proyecto que hoy se ha convertido por las mañanas en un concurrido espacio en el que desarrollan su trabajo lustradores de calzado que han señalado su inconformidad ya que fueron reubicados de las plazas San Francisco y Zaragoza donde habían trabajado por años con motivo de la rehabilitación de las calles y plazas de lo que responsabilizan de manera directa a los integrantes del comité de Pueblo Mágico.
En este espacio quedan todavía los trabajos pictóricos de aquellos jóvenes que fueron convocados por la entonces administración municipal para plasmar en los muros la identidad de esta ciudad.