José Guerra/Ciénega.
Con objetos que se venden entre los 350 y los 15 mil pesos, la búsqueda y venta de piezas históricas en la región Ciénega de Chapala se ha convertido en un floreciente negocio en el que se corre el riesgo de perder la esencia histórica de las comunidades en las que se encuentran estas piezas.
Esto debido a que la mayoría de las piezas que se comercializan son trasladas a colecciones particulares de los migrantes en los Estados Unidos ya que, de acuerdo a los buscadores consultados, los migrantes se constituyen en el mayor número de consumidores en el trasiego de piezas históricas.
En promedio, cada uno de estos buscadores esto es, personas cuya actividad económica principal es la búsqueda de estas piezas, cuenta con cerca de 200 a 300 piezas que, dicen, ya fueron revisadas por el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) pero que pese a ello siguen siendo comercializables aun y cuando existe un marco legal que prohíbe su compra-venta.
Entre los objetos que guardan estos buscadores se encuentran desde figuras de piedra, sables, anillos, collares, máscaras y otros objetos cuyo precio está sujeto a un intenso regateo entre el comprador y el vendedor y cuyo valor se determina de acuerdo al tamaño, el material y la elaboración de la pieza y rara vez se usa como medida de referencia el periodo histórico aunque, de acuerdo a estos buscadores de preferencia los compradores buscan figuras de piedra y si éstas representan a seres humanos con rasgos animales el precio se potencializa.
Es de destacar que hace unas semanas la delegación Michoacán del INAH estableció ya el primer acercamiento con las universidades y alcaldías de esta región en la intención de generar la infraestructura necesaria para el rescate y resguardo del patrimonio histórico y especialmente el arqueológico.
El negocio de la arqueología en la Ciénega
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