“Ha llegado la hora de levantar mis varitas”
ARTURO Ceja Arellano
Allá por el año de 1992, cuando trabajaba en el periódico “Z de Zamora”, con mi columna Reloj Político, firmada por Minutero, provoqué un enfrentamiento respetuoso pero muy profundo, de gran aprendizaje, entre mi entonces corrector, don Delfino Niño Vázquez, y el profesor Francisco Elizalde García, quien en ese tiempo se encontraba en un breve espacio, cobijado por el silencio.
En la columna mencioné que don Francisco se encontraba dormido, sin hacerse público, no obstante a ser el Cronista de la Ciudad, lo que mereció su respuesta, al enviar una carta a la redacción del “Z”, en la que inició así: “Delfino, ha llegado el momento de recoger las varitas, después de tanto cohete que tiramos”; de tal forma fue como definió su silencio. “Ha caray, Arturo, despertó al volcán dormido”, dijo don Delfino.
Hoy los recuerdo con cariño, porque fueron ambos, parte de mi formación periodística, que hasta la fecha desarrollo, pero ya sin fuerza, sin motivaciones más allá de mi propia satisfacción. Creo que para mí, me ha llegado la hora de levantar las varitas.
Compañeros periodistas, funcionarios públicos, amigos y amigas; a mi amada familia, directivos y activos de planteles educativos, hospitales, agroindustrias; hombres y mujeres del campo, amables lectores, hoy para mí se cierra el ciclo más importante de mi vida, el que desarrollé desde un 7 de mayo de 1969, cuando apenas gateaba entre mis albores juveniles. Y lo hice en La Voz de Zamora, de don Miguel Valencia Mora, allá en el Teco; empecé como ayudante de Linotipista (Jaime Ochoa Ceja).
Luego de pasar por casi todos los medios de comunicación (Voz de Zamora, El Pregonero de Michoacán (lo fundé como presidente de ASPEVAZA), Diario de Zamora, con Jaime Ochoa Ceja; Z de Zamora, con don David Niño Zavala; El Sol de Zamora, con Miguel Monge Monge; La Voz de Michoacán, con don Omar Tocavén Rubio; El Independiente, con Ricardo Valencia y Semanario Uandari (lo fundé en el año 2010. Pasé por la TVZ de Juan Carlos Velázquez Hernández, por la XEGT con Ramón Cerpa Fajardo, en la XEZM de Arturo Ralis Rodríguez, en el noticiero de Alfredo Gómez González. Colaboré en La Opinión de Los Ángeles, California y fui fundador de la estación de radio 101 en español de Lancaster, California…
Después de decenas de talleres y diplomados de periodismo deportivo, cultural y religioso; luego de publicar mi libro de poesía Maniquí y mis Crónicas de Vida, tengo en el taller los libros: Más allá del delito, Crónica, poesía y cuento, Jacona de mis Ayeres, San Pedro Jorullo y Mis memorias, periodismo zamorense (mis casi 50 años como periodista)… les anuncio lo inevitable…
Con profundo dolor en mi corazón, con muchos saltos en mi corazón, y gracias al apoyo de mi esposa y de mis hijos, les informo mi decisión de hacer un alto en mi vida, en mi trayectoria periodística, donde tuve de todo: bueno, malo, feo y bonito, dulce, dulce, salado y amargo…
Amigas y amigos… hoy, 9 de Septiembre de 2018, después de platicar con mi esposa y mis hijos, decidí retirarme del periodismo activo, del periodismo con el que busqué mi forma de sobrevivir; pero seguiré como tal solamente como columnista, para quien quiera hacerla pública. Ya no seré más reportero, ni corresponsal, ni director.
Quiero dar las gracias a mis grandísimos amigos que seguramente me están viendo desde el cielo, y que fueron parte fundamental de mi formación periodística; y de otros más que siguen vivos. Quiero recordar a: Juan Luis Pichardo Martínez, el número uno, porque fue mi compañero, colega, corrector, protector, pero mejor amigo; a Manuel Chávez Ramírez, a don Jesús Navarro Gómez, a Guillermo Vázquez Razo (La Mucurita), a Salvador Urbano, Martín Gallegos, Felipe Gómez Reyna, Eleuterio Méndez Licea, a Raúl Pichardo Franco, a Francisco Elizalde García, a don José Alfonso Pérez Ayala, José Alfredo Pérez Patiño, María Esther Aguilar Cansimbe, a Rogelio Torres González, que en paz descansen todos.
Quisiera mencionar a tantos y tantos personajes que me ayudaron como periodista y aunque me da miedo dejar a alguno fuera, mi agradecimiento eterno para Jesús Fernández Arias, Sergio Flores Navarro, Sergio Flores Luna, Luis Alberto Montaño, Martín Barragán Andrade, Kena Méndez Dávalos, Rosa Hilda Abascal Rodríguez, José Alfonso Martínez Vázquez (quien me dio el convenio con el Ayuntamiento de Zamora), que apoyó la señora Rosa Hilda, que desmadró el alcalde José Carlos Lugo y que al parecer suspendió el alcalde Martín Samaguey Cárdenas; Armando Villanueva, José Luis Pérez Bautista, quienes me patrocinaron los tres primeros números del Semanario Uandari que hoy llega a su final.
A Kalina Lizaeth, quien me dio el convenio con el gobierno de Michoacán; a José Artemio Castillo Villanueva, quien me dio el convenio con el Ayuntamiento de Jacona; convenio que rebajó el alcalde Martín Arredondo Delgado y que desapareció el alcalde Rubén Cabrera Ramírez.
Gracias a Manuel y Antonio Sámano, Adriana Hernández Íñiguez, Miguel Amezcua Manzo, Toño Chávez Cacho, Adriana Campos Huirache.
Hoy, al perder los apoyos mutuos que se daban con el gobierno de Michoacán (que no paga a medios de comunicación pequeños, solamente a los grandes); al no contar con la seguridad de que lo hará el alcalde zamorense, Martín Samaguey Cárdenas, y al no poder ser juez y parte al mismo tiempo en Jacona, tomé la decisión de cerrar las puertas del Semanario Regional Antónomo Uandari, porque ya no es autofinanciable.
El Semanario Uandari jamás se vendió al público, para garantizar que llegara a manos de Juan Pueblo sin ningún costo. Se distribuía en Zamora, Jacona, Purépero y La Piedad.
Tuve puertas abiertas y otras cerradas; tuve amigos y enemigos, detractores que no faltan; pero todos ellos me enseñaron a madurar, a salir adelante. Critiqué y rechacé, pero nunca a espaldas de nadie; siempre le dije lo que tenía que decir a quien fuera.
Gracias Juan Carlos Pérez Chávez, Carlos González Hernández, Francisco Pérez Ayala.
Gracias a quienes siempre me apoyaron: UNIVA, UNIVER, al ITESZ de Jaime Hernández y de su sucesor.
Estimados compañeros de la Asociación de Periodistas del Valle de Zamora. No renuncio a ésta agrupación, renuncio a mi labor periodística cotidiana, seguiré solamente como columnista.
Los quiero mucho y los respetaré por siempre. Hoy termina mi ciclo como reportero activo, de todos los días en el campo de batalla. Hoy, empiezo a buscar mis varitas para levantarlas.
Los invito a seguir adelante, siempre con la cabeza en lo alto; prepárense, actualícense. Y si en algo puedo ayudarlos, no duden jamás en buscarme. Mis manos siempre estarán ansiosas de estrechar las de ustedes.
A mis colaboradores, profesor Carlos Ceja Silva y Erangani D´elhabra; a mi repartidor, Carlos “La Tripa”. A mis lectores de Uandari… a todos ustedes: “¡Muchas Gracias”!