Elena Rojas, Zamora
“Hay un boomde libros infantiles ilustrados, todas las editoriales los producen a nivel muy comercial, con la intención de vender lo más posible sin darle importancia a la relación que existe entre texto e imagen para que se conviertan en un libro didáctico realmente y que puedan acceder a conseguir objetivos pedagógicos, lo mismo pasa con los libros de la SEP , quizá esta última sea un poco más cuidadosa o tenga un poco más de consciencia en ese sentido de cómo debe de presentarse la información que está relacionada texto-imagen”,
Así lo señaló Claudia Raya Lemus, asistente de investigación del centro de estudios de las tradiciones del Colegio de Michoacán (COLMICH), especialista de historia del libro y de la gráfica.
Agregó “Muchas editoriales independientes buscan ocuparse más de la entretención del niño, descuidando los contenidos didácticos y pedagógicos que hay a nivel de imagen. Esto es muy importante de hecho hay diseñadores gráficos que están avocándose a la investigación de la imagen a través de los libros”.
Aseveró que esta deficiencia en los libros repercute mucho en el aprendizaje de los niños “el aspecto de la ilustración simbólica es muy importante. El texto debe ser una guía para que se entienda la imagen o al revés, la imagen puede ser una guía para que se entienda el texto, pero los editores deben estar muy conscientes de ello, porque si no lo que puede resultar es que el niño puede leer el texto independiente de la imagen, y al final de cuentas no entiende el mensaje esencial del libro”.
Añadió “otra cosa que es importante para que los libros no carezcan de estas deficiencias es observar cuál es el sentido del discurso visual y el del discurso escrito porque pueden ser dos lenguajes diferentes , incluso hay libros álbum ilustrados que no requieren ya de mucho texto, la imagen va narrando la historia, hay un discurso visual, iconográfico, simbólico. Por ello se llaman libro álbum infantil, su característica es que utiliza mucho la imagen para guiar la idea esencial de lo que se quiere decir”.
Dijo que esta falta de asociación entre imagen y texto es una de las tantas causas que ha originado el rezago educativo que se viene arrastrando desde la infancia “ los niños viven en un mundo de imágenes, el problema es que no tienen la información sobre esas imágenes. El niño reconfigura el mundo visual que tiene a su alrededor a través de un libro y empieza a identificar íconos, símbolos, usos de las imágenes para él mismo. El principal problema no es que haya una falta de imágenes, sino que hay una sobrepoblación de las mismas y no están ordenadas, tipificadas, organizadas; por lo que las editoriales deben saber bien esos asuntos incluso psicológicos respecto a la imagen. Que imágenes para que textos, para que edades, que estilo de imagen para que tipo de público”, finalizó.