Reacomodos.
José Luis Ceja Guerra.
Vaya que la sociedad jiquilpense es muy sui generis o los temas de interés escasean últimamente y de algo hay que hablar y ante eso al que le está yendo como en feria es al director de Aseo Público Raymundo Gálvez ya que, dicen, debía irse por pura dignidad.
Si bien es cierto que Jiquilpan desde hace años no es la ciudad pulcra digna de presumirse también es cierto que esto pasa más por la ciudadanía y los trabajadores del área que por el Director del departamento.
El jiquilpense es un ser rebelde por naturaleza y desde la muerte del General Cárdenas, muy dado a desafiar a las figuras de autoridad, en ese sentido es entendible que acostumbremos a hacer nuestra santa voluntad sin que autoridad alguna ose cuestionarnos.
Pero el problema real de Aseo Público no es la falta de cultura de la gente, bueno también lo es, sino el hecho de que existe una estructurada red de sindicalizados que manejan este departamento y como en todo hay excelentes trabajadores que salen día a día a partirse el lomo y hay otros que se dedican a vegetar a la sombra de los árboles.
Quizá el error de Raymundo Gálvez sea su falta de carácter y de compromiso para con la labor encomendada, todo mundo conoce el carácter apacible del ex legislador local y esto lo vuelve pasto de los trabajadores que ya le están “tendiendo la cama” y no dudamos que de caer la cabeza de Mundo Gálvez no será por su ineficiencia, bueno, sí, sino porque hay trabajadores de su área que están dispuestos a sacrificarlo.
En fin, no recuerdo de momento la frase exacta del Gobernador el pasado 18 de marzo, pero de que dijo que Jiquilpan era un pueblo con mucha basura, lo dijo; obvio no faltaron los espíritus selectos que a señas le pedían al alcalde Covarrubias que en ese mismo momento despidiera al Director de Aseo Público en respuesta a lo dicho por el Gobernador, querían pues que al más puro estilo Azteca, sacrificara en ese momento al funcionario.
Pero ya entrados en ese tema, se realizó ya la reunión de evaluación de los funcionarios municipales en esta llamada Tierra de las Jacarandas y créame que según algunos de los asistentes las cosas no están del todo bien y algunos de los jefes de área ya están prácticamente empacando y otros han puesto ya sus barbas a remojar.
Les vale…
Sorprendente fue la respuesta de uno de los tianguistas que se manifestaron en contra de la reubicación del montón de lonas y tendederos de los sábados a un costado del estadio municipal, pues aunque en la reunión con el edil se explicó que era un requisito marcado en las reglas de operación del programa de Pueblos Mágicos simple y llanamente dijo que a ellos (los tianguistas) les valía el nombramiento y que ellos velaban sólo por su economía a lo que, con la boca cubierta por la mano, un regidor dijera por lo bajo “claro, todos son de Sahuayo”.