-A través de la obra Alquimia Gráfica, que se exhibe en la Casona Pardo
-Una obra llena de contrastes, como lo fue la vida de Carrington
Elena Rojas, Zamora
La vida de la pintora surrealista Leonora Carrington, quien falleciera hace un año, y cuya obra fue base de un libro de Elena Poniatowska, se convirtió en la inspiración de la artista plástica Rosenda Aguilar en la exposición “Alquimia gráfica”, muestra inaugurada el pasado viernes en la Casona Pardo de esta ciudad, misma que estará poco más de un mes en este recinto, en la que se exhiben 8 litografías y dos grabados en linóleo.
El delirio, la locura, el amor y la libertad están presentes en esta obra que pone de manifiesto la vida de una mujer contemporánea indomable y de espíritu rebelde marcada por una historia de situaciones muy fuertes.
“Leonora Carrington estuvo en el manicomio: en España la tuvieron bajo un régimen bastante fuerte, ella se quejaba del mal trato que recibía y pese a su locura estaba convencida de que a un ser humano no se le debía tratar así, por lo que escapo en la búsqueda de su libertad. Ella vivió cosas muy fuertes, lo que se ve reflejado en su obra”, narró Rosenda Aguilar.
Al referirse a Poniatowska exclamó: “me encanta su narrativa, como describe, la sencillez con la que nos conduce a imaginar lo plasmado. Y Leonora fue siempre muy imprecisa, pero a la vez muy precisa en lo que quería decir, más bien, no le entendíamos lo que quería decir, y eso fue lo mágico de su obra, porque nos hacía pensar. Me encanta que la gente píense, que la gente busque su libertad y que sea auténtica y ambas mujeres tienen estas cualidades”.
Destacó que esta exposición se trata de una narrativa y una gráfica, “los dibujos se ven enriquecidos con la literatura de los fragmentos del libro, además de que hay conceptos y pensamientos muy hermosos que plasmo Marco Antonio Aguilar, que es escritor también. A la gente que vea la obra le recomiendo que también lea los textos”.
Detalló la artista que la técnica de litografía que emplea en esta exposición la aprendió en el ex colegio Jesuita de Pátzcuaro, “me encanta sentir la piedra en su manera original, porque ahora ya se hace litografía sobre metal, incluso sobre una especie de papel muy especial. Pero tocar la piedra, sentir la originalidad del dibujo es una experiencia muy agradable pero sobre todo que da resultados muy satisfactorios”.
Dijo que esta exposición “Alquimia Gráfica”, próximamente itineraria en el mes de noviembre al trasladarla a Dallas Texas y posteriormente se exhibirá en Chicago, a petición de la Casa del Migrante.
“Me gusta leer, casi todos mis trabajos son sobre literatura, me descubro haciendo dibujos. Me gusta mucho todo eso mágico, imaginativo, pero a la vez muy real”, concluyó.
Numeraria
25 años en la labor de la plástica tiene Rosenda Aguilar.
5 años en el quehacer de la escultura