Demanda a un quiste del Seguro Social
Roberto Fuentes Vivar
Prácticamente durante las dos semanas más recientes he denunciado sistemáticamente cómo las empresas quistes incrustadas en el Instituto Mexicano del Seguro Social, hacen hasta lo imposible para tratar de recuperar concesiones que han perdido tras de que las licitaciones se hicieron públicas y transparentes.
Lamentablemente, los hechos han subido de nivel y la Unidad Renal de Zamora (señalada en varias entregas anteriores) que ha intentado a costa de difamaciones y ataques tratar de que le sea devuelta una concesión, fue demanda por falsedad en declaraciones y por impedir la competencia en los servicios de salud en esa ciudad michoacana, en un caso que incluye el embargo de bienes.
Concretamente, los abogados de Grupo PiSA presentaron una demanda vía civil ordinaria contra la Unidad Renal de Zamora y sus representantes legales, Laura Elena García Martínez y Luis Antonio Olivares Vázquez.
La historia señala que, desde que la Unidad Renal de Zamora, propiedad de Luis Fernando Magaña Vázquez, perdió el año pasado un concurso transparente y abierto del Instituto Mexicano del Seguro Social para ofrecer el servicio de hemodiálisis, se ha dedicado a desprestigiar al IMSS y a Sanefro, subsidiaria de Grupo PiSA, a través de la difusión de mentiras sobre la licitación y la operación de este servicio.
La actitud de la Unidad Renal de Zamora, ha incurrido en diversas acciones como la violación a los derechos de reputación y prestigio, lo que ha ocasionado en los ganadores de la licitación una imagen inadecuada y pérdidas pecuniarias. El hecho es que al haber perdido la concesión que tuvo durante varios años, la clínica del doctor Fernando Magaña, de manera ilegal, ofreció prebendas a familiares y a pacientes de bajos recursos, con lo que intentaba que los enfermos regresaran a su clínica.
Paralelamente, difundió (lo mismo a través de folletos que por medio de comunicación oral) que los pacientes hablaran mal de la competencia que ganó la licitación del año pasado, en la cual el IMSS actuó bajó la orden del presidente Enrique Peña Nieto de eliminar monopolios y prácticas anticompetitivas en la economía y básicamente en sectores como el de la salud que en estos momentos se encuentra especialmente sensible.
Ante las mentiras en su contra (y en contra del seguro Social) Grupo PiSA desarrolló y presentó ante las autoridades judiciales correspondientes, esta demanda que implica el embargo de diversos bienes, lo que significa que el doctor Magaña podría perder incluso los activos de su clínica.
Lamentablemente, Luis Fernando Magaña en lugar de reconocer que perdió la licitación en forma transparente y tratar de mejorar sus servicios, lo que ha hecho es amenazar a la competencia por medio de terceros y mantener una guerra sucia, que se recrudeció en meses pasados.
De acuerdo con la documentación presentada por los demandantes existen pruebas de que la actitud de la Clínica Renal de Zamora aumentó la competencia desleal en meses recientes, para tratar de favorecer sus interés y frenar el avance de empresas que han demostrado que el IMSS puede realizar ahorros financieros al eliminar actitudes monopólicas, sin descuidar la calidad en el servicio.
Lo interesante de esta demanda es que sienta un precedente en todo el sector salud, para tratar de extirpar del Seguro Social a las empresas que como quistes se han adherido al presupuesto e intentan seguir sangrando las finanzas de una institución pública.
También representa el inicio de una nueva relación del IMSS con las empresas y laboratorios que concursan para obtener concesiones de servicios y productos, pues antes de actuar como quistes cuando pierden, tendrán que pensarlo dos veces.
Incluso, lo más seguro es que, cuando se resuelva el caso, Luis Fernando Magaña tendrá que reconocer públicamente sus hierros y pagar el costo del desprestigio que generó a Sanefro, a Grupo PiSA y al Seguro Social. Como dice el filósofo del metro: un quiste suele aumentar un costo