¿Y qué vamos a festejar en marzo?
José Luis Ceja Guerra
Luego de aprobada la reforma energética que permite la inversión privada, no obligatoriamente extranjera, en materia petrolera, la principal preocupación de los jiquilpenses es ver qué vamos a hacer con las fiestas de marzo alusivas a la expropiación petrolera.
Ciertamente existe un enojo aunque no generalizado por parte de los habitantes de esta ciudad que la misma localía ha bautizado como La Cuna de la expropiación al grado de que es de las pocas ciudades de este país en las que se conmemora el 18 de marzo.
Tenemos un estadio 18 de Marzo, un fraccionamiento 18 de Marzo y un mal entendido recuerdo de esa fecha, no han faltado ya los cibernautas quienes han convocado a una movilización que no ha tenido la respuesta que pudiera esperarse y es que, antes de votar a favor de esta reforma, los legisladores federales se encargaron de etiquetar de recursos para deportes, pavimentación y cultura a aquellos municipios que pudieran ser foco rojo o motivo de preocupación.
Existe sin embargo cierto maniqueísmo en el trato social que se le da en este tema en los cafés de la ciudad de Jiquilpan que fiel a su historia mantiene cierta segregación, acá hay cafés de perredistas y cafés de priistas y evidentemente las reacciones son diametralmente opuestas.
Hay quienes llaman a los tres legisladores federales de este distrito traidores, en los cafés de izquierda, en tanto que en los centros de convivencia tricolor se les llama patriotas y visionarios.
Es claro que esta reforma energética le duele a Jiquilpan en lo más hondo pues con la mano alzada tres personas le arrancan a esta ciudad la máxima obra realizada por Lázaro Cárdenas del Río, le arrancan a Jiquilpan el gran motivo de orgullo aquella expropiación petrolera que durante décadas fue motivo de encendidos discursos de priistas y perredistas encumbrados en los gobiernos en turno quienes elogiaban hasta la ronquera el valor de Cárdenas del Río al expropiar el recurso petrolero.
Sería incluso una burla que el gobierno local decidiera continuar con las festividades de la expropiación petrolera en marzo próximo, sería también lamentable que a estas alturas surgiera un nuevo Mesías local que quisiera encabezar, al estilo del casi mítico Mario Falcón, un movimiento de rebeldía.
Ni el país y mucho menos Jiquilpan merecen ahora el surgimiento de líderes que carentes de fundamento intenten iniciar un movimiento de protesta sobre todo si se toma en cuenta que lo que esta legislatura ha hecho puede ser revertido por la siguiente; esto es, la única forma de frenar esta reforma es que quienes se oponen a ella ganen las elecciones legislativas del 2015.
De hecho, se desconoce si de manera oficial, el comité municipal del PRD ha llamado a la ciudadanía a manifestarse contra Salvador Romero, diputado federal por el PRI en Jiquilpan, el próximo 18 de marzo, falta ver si con los acuerdos tomados por el Congreso Nacional perredista, que mandata una nueva elección para las dirigencias nacional, estatales y municipales, los proponentes de esta iniciativa llegan con poder a marzo próximo.
Finalmente y de manera forzosa al menos hasta las próximas elecciones legislativas tendremos que ver si esta reforma rinde los frutos ofrecidos por el gobierno federal, tendrá que hacerlo y en el corto plazo, de los contrario la ciudadanía tomará cumplida revancha en las urnas.
Esto también deja en claro la simulación de los diputados federales de izquierda pues queda claro que en éste y en otros temas, por mayoriteo o por intereses particulares, no podrán ser un muro en el que se estrellen las reformas propuestas de reformas constitucionales.